Tito Vilanova renunció a su cargo de director técnico del Barcelona de España tras recaer en el cáncer contra el que lucha desde hace un año y medio, informó ayer el presidente del club catalán, Sandro Rosell. El directivo anunció, asimismo, que el nombre del sustituto de Vilanova se conocerá al inicio de la próxima semana sin aportar más pistas al respecto, aunque suenan con fuerza los nombres del argentino Marcelo Bielsa, el portugués Andrés Villas Boa, actualmente con contrato en el To-ttenham, y Luis Enrique, uno hombre de la casa culé.

En una conferencia convocada de urgencia a última hora de ayer, en presencia de los jugadores del equipo, con Lionel Messi en primera línea, Rosell comunicó “lo que nunca en la vida le hubiese gustado decir”, en referencia a la partida del DT.

El presidente de la entidad, junto al director deportivo del club, Andoni Zubizarreta, dio paso a la lectura de un escrito sin aceptar preguntas e informó que Vilanova deberá realizar un tratamiento para combatir su cáncer, que es “incompatible” con el cargo de DT. “Después de evaluar las pruebas rutinarias realizadas esta semana, a Vilanova se le ha presentado la opción de hacer un tratamiento para su enfermedad que será incompatible con su cargo de entrenador del primer equipo”, indicó.

Ante la delicada situación, Rosell pidió con énfasis “máximo respeto a los medios de comunicación con Vilanova y su familia”. En los próximos días, “el vicepresidente deportivo, Josep María Bartomeu, y el director deportivo, Andoni Zubizarreta, presentarán al nuevo entrenador”, agregó Rosell ante la mirada firme y las caras largas de los jugadores del plantel.

Como consecuencia de la dura noticia, el presidente también comunicó que tras reunirse con el plantel y el cuerpo técnico se ha decidido “por falta de ánimo” no viajar mañana a Polonia, donde el Barcelona tenía su primer compromiso de pretemporada el sábado ante el Lechia Gdansk.

Vilanova, de 44 años, sufrió inicialmente un cáncer en la glándula parótida y fue operado por primera vez el 22 de noviembre de 2011, cuando era asistente de Josep Guardiola. Recayó de su enfermedad en diciembre de 2012, momento en el que volvió a ser sometido a una operación que lo alejo durante un par de meses del banco del Barcelona, donde fue sustituido de forma temporal por Jordi Roura, que era uno de sus ayudantes.

Vilanova había asumido como DT hace apenas un año en sustitución de su amigo Guardiola, al que asistió en el banco del Barcelona desde su llegada en 2009 y con quien compartió una etapa que pasará a la historia por haber conquistado todos los títulos posibles.

A pesar de que afrontaba la difícil tarea de reemplazar al entrenador convertido en mito, Vilanova consiguió grandes logros como ganar la pasada Liga española –dejando al archirrival Real Madrid a 15 puntos– y alcanzar semifinales de la Copa del Rey y la Liga de Campeones de Europa.

Si bien en la primera etapa de la temporada el Barcelona de Vilanova logró el mejor arranque histórico en términos de resultados, la enfermedad del DT irrumpió en diciembre pasado, afectando, como era de esperar, el estado emocional del equipo, que en la recta final del certamen perdió cierta vitalidad.

Su enfermedad fue una circunstancia difícil de gestionar para el club, que decidió respaldarlo hasta último momento, manteniéndolo como entrenador a pesar de que Vilanova se pasó dos meses en Nueva York haciendo un tratamiento y dirigiendo al equipo a la distancia.

Cuando regresó, estaba claro que el conjunto culé clamaba y necesitaba a su entrenador, un líder capaz de poner orden en la cancha e inyectar una dosis más de motivación a los jugadores. Con la Liga sentenciada, Vilanova tuvo que sufrir la dolorosa derrota en Champions League ante el Bayer Munich, que supuso un duro golpe deportivo y un fin abrupto de la temporada.

El verano se presentó movido, con importantes bajas para el equipo, por la salida de Thiago Alcántara y David Villa, con los que Vilanova no contaba, y por la polémica en torno de su relación con Guardiola, quien desde el banco del Bayer Munich dijo que el club había utilizado la enfermedad de Tito en su contra. Poco después de trascender la noticia de la renuncia de Tito, adelantada por el diario deportivo catalán Sport, se especuló con que el Barcelona nombraría de forma inmediata a un DT provisional.

La prensa deportiva situó en el banco del Barcelona a Joan Francesc Ferrer Rubi, quien se había incorporado recientemente al núcleo duro del cuerpo técnico y que hasta junio estuvo al frente del Girona, equipo catalán que se quedó a un paso de subir a primera.

Sin embargo, el hecho de que la directiva no haya anunciado aún el nombre del nuevo DT hace pensar que ya tienen en manos a otro entrenador definitivo, y ahí entra con fuerza el nombre del argentino Marcelo Bielsa, quien el propio Guardiola dijo en reiteradas ocasiones que sería un buen candidato para el Barcelona.