“A nivel internacional, hay jugadoras de fútbol que están capacitadas para jugar con los hombres.” Esa fue la afirmación que la capitana de la Selección Argentina femenina, Marisa Gerez, le dio a este diario, al igual que la mayoría, cuando fue consultada sobre la decisión que tomó el presidente del Perugia, Luciano Gaucci. El máximo directivo del equipo de la primera división italiana inició la búsqueda de una futbolista que pueda debutar en la Liga de ese país, quien sería la primera mujer en disputar el torneo. “Dentro de seis meses (el entrenador Serse), Cosmi tendrá una mujer en sus filas”, afirmó ayer Gaucci. Y agregó: “Nuestros observadores han comenzado ya a buscar en equipos de Alemania, de la península escandinava y de los países de la ex Yugoslavia, ya que en Italia, aunque hay buenas jugadoras, no están preparadas en el aspecto físico”.
Con mucha sorpresa por la nueva iniciativa del excéntrico dirigente, Gerez, que también posee la capitanía en su club, Boca, destacó que “en el mundo debe haber sólo cinco o seis jugadoras con condiciones para medirse con los hombres. Las mejores se pueden encontrar en Estados Unidos, Brasil, y Noruega, porque tienen una mejor contextura física, y eso les permite tener más potencia. La liga estadounidense es muy competitiva. Ellas podrían jugar dos partidos por semana sin ningún problema”. Además, la jugadora aclaró que “esas chicas lo podrían hacer porque tienen una larga experiencia en el fútbol, y poseen una técnica inclusive mejor que la de algunos hombres”.
Comparando a las extranjeras con las jugadores argentinas, Gerez remarcó que “la diferencia es muy grande. Las que integramos la Selección no podríamos jugar en un torneo de hombres. Aparte, eso acá no se daría nunca, porque ésta es una sociedad muy machista”.
Como uno de los aspectos fundamentales de la competencia directa radica en el aspecto físico, Gaucci fue muy claro al señalar que las autoridades del club piensan “que es posible encontrar una mujer suficientemente fuerte, con buena condición técnica, que pueda enfrentar a hombres en el plano físico”. Y precisó que “la mujer que buscamos deberá medir 1,90 m, y pesar al menos 80 kilos”.
La defensora de River Mariela Viola imagina que esta posibilidad ayudará a “fomentar la actividad en el mundo, porque el fútbol femenino no tiene aún la trascendencia que tiene el de los hombres. A mí me parece bien que pueda suceder esto”. Viola cree que hay muchas jugadoras “con grandes capacidades para destacarse entre los futbolistas hombres, y en ese aspecto no habría diferencias con ellos”. Pero reconoce que “habría que trabajar con lo físico, porque ahí sí se pueden dar ventajas”. Una de las claves que destaca Viola es la profesionalidad de las mujeres futbolistas: “El sueño de muchas de nosotras es poder ser profesionales, vivir del fútbol, al igual que los hombres. Particularmente, me encantaría jugar al lado de (Eduardo) Coudet. Yo no tendría inconvenientes en integrar un equipo de hombres”.
En River hay otra jugadora que no ve con agrado esta chance que se daría en Italia. Silvina Peralta está convencida de que “las diferencias con los hombres son enormes. Para mí no se pueden mezclar las cosas, cada uno debe tener su campeonato aparte”.
Karina Alvariza, otra jugadora del plantel de Boca, estima que “no cualquiera pude jugar con los hombres, son muy pocas las que pueden desempeñarse con esa exigencia”. A la delantera, la goleadora del equipo, le encantaría “poder jugar junto a (Carlos) Tevez, porque es alguien que te puede dejar cara a cara con el arquero. Igualmente, soy consciente de que eso no se puede dar, son muy machistas en este país”. Sin embargo, Alvariza resalta que no le interesa “jugar en el campeonato de los hombres”.
A su vez, Alejandra Jiménez, compañera de Viola y Peralta en River, está de acuerdo con esta posible modalidad. “Esto hace que se le abran máspuertas al fútbol femenino, y es un paso más importante para las chicas que estamos en este lado del mundo.”
Gaucci ya lanzó su propuesta, y ahora habrá que esperar hasta fin de año para ver si se concreta. Una figura femenina en un equipo de la Serie A seguramente atraerá la visión de muchos fanáticos sobre un club perdido en la intrascendencia.