Las lesiones musculares amenazan con convertirse en un karma para Lionel Messi. Como consecuencia de un desgarro en el bíceps femoral de la pierna izquierda, que sufrió el domingo en la victoria de Barcelona sobre Betis, el astro argentino estará ausente de las canchas de seis a ocho semanas, lo que generó preocupación en la entidad española y, sobre todo, en el staff de la Selección Argentina, que encabeza Alejandro Sabella.

Confirmado el desgarro, el capitán argentino quedó excluido de la gira que el equipo de Alejandro Sabella realizará por Estados Unidos para asumir dos amistosos: ante Ecuador, el viernes próximo en Nueva Jersey, y frente a Bosnia, el lunes siguiente en Saint Louis. El club catalán informó a través de un comunicado que el rosarino realizará la primera etapa de la recuperación en Barcelona y la segunda en Buenos Aires.

Los estudios médicos que le practicaron ayer corroboraron que el crack de Barcelona sufrió la tercera lesión muscular desde el inicio de la actual temporada y quinta de 2013. El 21 de agosto pasado, en la ida de la Supercopa de España contra el Atlético de Madrid, tuvo un hematoma intramuscular postcontusional en el bíceps femoral izquierdo, que lo mantuvo una semana inactivo. Un mes y una semana después, el 28 de septiembre, sufrió una pequeña lesión fibrilar en el bíceps femoral de la pierna derecha, en el partido con Almería por la Liga, lo que lo alejó de las canchas por tres semanas.

Pero las complicaciones físicas de Me-ssi comenzaron el semestre anterior, ya que en abril, en el partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa ante Paris Saint-Germain, padeció una pequeña rotura fibrilar en el mismo músculo de la pierna derecha. Allí mismo se resintió con una elongación durante otro partido con Atlético de Madrid, jugado el 12 de mayo, por la Liga de España.

Antes del partido ante el Betis, Barcelona había adelantado que el astro sufría molestias en el bíceps femoral de la pierna izquierda y en la conferencia de prensa posterior al partido, el entrenador Gerardo Martino manifestó su preocupación por su estado anímico. Luego de la lesión, el rosarino vio el resto del juego en el banco de suplentes y después se marchó con una evidente renguera.

La dolencia en el bíceps femoral es conocida entre los expertos como “la lesión de los velocistas”, un término que también se puede aplicar a Messi por su estilo de juego, tan explosivo y basado en los esfuerzos cortos. Cerca de un 40 por cierto de los deportistas la padeció en algún momento. Muchas son las causas que determinan la lesión, pero una de las más importantes es no haber curado bien (cicatrizado) una misma dolencia anterior. Por caso, Cesc Fábregas, compañero y uno de sus mejores amigos, padeció la misma dolencia y le recomendó parar hasta estar perfectamente recuperado. “Yo mismo he estado un año hasta que recuperarme totalmente”, reconoció el ex jugador del Arsenal.

Alertado por la situación, tanto que el propio Alejandro Sabella hizo pública su preocupación antes de partir hacia Estados Unidos para afrontar la gira, la idea del cuerpo técnico es monitorear la evolución del capitán argentino. Para eso el designado es el kinesiólogo Luis García, que el domingo, por este motivo, no se embarcó rumbo a Estados Unidos. La tarea de García será controlar la primera fase de recuperación en la ciudad catalana, según confirmaron allegados al jugador.

De acuerdo con los plazos estimados, Messi se perderá unos ocho partidos con su club. En principio, está descartado para los compromisos de la Liga ante el Granada y el Villarreal, de local, y frente al Athletic Bilbao y Getafe, de visitante. A ellos seguramente se le sumará el juego frente a Elche, con el que abrirá 2014 en el Camp Nou. Tampoco jugará los partidos de la Champions League frente al Celtic y al Ajax y la eliminatoria de la Copa del Rey contra el Cartagena. Por eso, si su recuperación marcha bien, Messi podría regresar el 12 de enero en un partido clave para la definición de la Liga, entre el actual líder Barcelona y el escolta Atlético de Madrid, en el estadio Vicente Calderón.