Desde San Luis

Los vecinos de Buenos Aires ya lo saben: habrá parquímetros hasta debajo de la cama en el 2014, pero no circuito callejero. El titular del SúperTC2000, Pablo Peón, adelantó que el año próximo la categoría volverá a organizar los 200 Kilómetros de Buenos Aires, en el autódromo Oscar y Juan Gálvez, en marzo o, más probablemente, en agosto. El programa del próximo año, anunciado antes de la última carrera del 2013, incluye las reediciones del callejero nocturno de Santa Fe y el evento del estadio Ciudad de La Plata, aunque en versión mejorada, y la novedad de una visita al autódromo Internacional de Codegua, cercano a Rancagua, en Chile. Será la primera vez que el STC2000 cruce la frontera.

No habrá definitivamente callejero porteño y eso entristece a Facundo Ardusso, el ganador de la última carrera en Recoleta. “Pero a mí me gustan los desafíos renovados”, dice el piloto de Las Parejas que hizo la pole en Potrero de los Funes, escenario de la última carrera del año, hoy desde las 13. “Potrero es el circuito que más exige al piloto en la Argentina”, opinó el santafesino, que marcó su primera pole position en la categoría, a 153,078 km/h.

Pero lo de Ardusso no fue la nota fuerte. Aún con el título ya decidido a su favor en la carrera anterior, en San Martín, el campeón Matías Rossi volvió a ser noticia con su presunto pase de Toyota a Chevrolet, la marca que defiende en el TC, y que buscó contratarlo para sacudir el mercado de pases que viene bastante agitado. “Puedo afirmar que me quedo en Toyota –aseguró el campeón–. Me reservo los detalles de la negociación.” La oferta de Chevrolet, que intenta reemplazar la partida de Agustín Canapino (2º ayer en clasificación, detrás de Ardusso y delante de Pechito López, que afirmó “estar cansado del automovilismo argentino”), provocó un intercambio de demandas y ofertas entre Rossi y el equipo Toyota liderado por Darío Ramonda, que tuvo momentos culminantes en la tarde del viernes. “¿Vieron que Rossi sigue con nosotros?”, respondía Ramonda. Ayer por la mañana, el campeón comunicaba a sus pretendientes que no cambiaba de escudería. No hace mucho tiempo, tras lograr el título, Rossi aclaró que su “hambre de gloria” estaba “por encima del dinero”. La gloria le facilitó la conquista de un aumento. “Me siento más reconocido”, dijo ayer enigmático a este diario. Con su quinto puesto en la clasificación, detrás de los tres primeros y Franco Vivian (que habría sido su compañero en Chevrolet), no acaparó la atención que sí atrajo en torno de la posibilidad de su pase. Como dijo alguna vez un director de equipo, “lo que peor hace Rossi es manejar, y eso que maneja muy bien...”.