La llama panamericana encendida, la figura del cordobés José Meolans portando la bandera argentina y una muestra de ritmos dominicanos fueron anoche las postales más caracterizadas de la ceremonia oficial de apertura de la 14ª edición de los Juegos, en Santo Domingo, que tendrán desde hoy a más de cinco mil atletas en plena competencia.
La inauguración de los Juegos de Santo Domingo se extendió durante tres horas, pero el momento más esperado para los argentinos fue la aparición de la figura de Meolans al frente de la delegación albiceleste, conformada por 370 atletas. Como la Argentina organizó la primera edición de los Juegos, los deportistas argentinos encabezaron el desfile, que un rato más tarde y luego del paso de los atletas de los 42 países participantes fue cerrado por República Dominicana, el anfitrión.
Con el único propósito de asistir a la ceremonia, el nadador cordobés llegó por la mañana a República Dominicana, procedente de Miami, y hoy mismo volverá a Estados Unidos para encarar el tramo final de su preparación. Recién regresará la semana próxima con el objetivo de conseguir alguna medalla dorada. Además de Meolans, la Argentina presentó a varias figuras de nivel internacional: Las integrantes de Las Leonas; Jorge Lombi, el goleador del equipo masculino de hóckey; y el plantel completo del equipo de fútbol juvenil que dirige Miguel Angel Tojo.
Cuando el reloj con cuenta regresiva llegó a cero, a las 20 hora argentina, quedaron inaugurados oficialmente los Juegos, en una ceremonia austera pero con mucha emoción. La fiesta se desarrolló en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte de la capital dominicana ante más de 30 mil personas en las tribunas, y en ella participó un nutrido grupo de bailarines con vestimenta típica de las distintas tribus de esa amplia región caribeña.
El denominado Carnaval Dominicano, con matices coloridos de la cultura local y en el que participaron alrededor de 6800 personas entre músicos y actores, sirvió como puntapié inicial de la celebración. Inmediatamente después se realizó el izamiento de la bandera dominicana y luego llegó el habitual desfile de las delegaciones. Tras el paso de los atletas, muy aplaudidos por el público presente, se izaron las banderas del Comité Olímpico Internacional (COI), la Organización Deportiva Panamericana (Odepa) y la de la ciudad de Santo Domingo.
En ese momento, el mexicano Mario Vázquez Raña, titular de Odepa, declaró la apertura oficial de los Juegos Panamericanos 2003. Luego pronunció su discurso el presidente dominicano, Hipólito Mejía, el principal impulsor de estos Juegos ante una virulenta oposición política, incluso de su propio partido. Mejía fue abucheado masivamente desde las tribunas del Centro Olímpico.
Pasadas las palabras, llegó uno de los momentos más emotivos de ceremonia. Portada por figuras históricas y en actividad del deporte dominicano, apareció en escena la antorcha panamericana. El boxeador Joan Guzmán, la basquetbolista Teresa Durán, la pesista Wanda Rijo y tres ex deportistas: Mario Alvarez Soto, representante del tenis de mesa; Juan Núñez, un veterano velocista; y el ex basquetbolista Antonio Sibilio fueron los encargados de transportar el emblema de los Juegos. De esa manera quedó encendida la llama panamericana, que permanecerá así durante los próximos quince días, mientras los mejores deportistas americanos buscarán concretar sus sueños.