Desde Costa do Sauípe

En una pausa de sus diez horas de trabajo diario en Buenos Aires, Lionel Messi tuvo ayer razones de sobra para frotarse las manos: antes de empezar el Mundial de fútbol de Brasil 2014, Argentina ya sumó una victoria. El sorteo celebrado en Costa do Sauípe benefició claramente a la Selección Argentina, que debutará el 13 de junio ante Bosnia en el Maracaná, el mismo estadio en el que exactamente un mes después aspirará a buscar su tercer título mundial.

Messi, en el medio de una pausa de dos meses debido a una lesión, aspira a llegar en gran forma a un Mundial que es clave en su carrera por ser definitivamente elevado a las alturas de Pelé y Diego Maradona. Para eso necesita ser campeón mundial y, en el camino a esa hipotética final, rivales de fuste como Brasil, España, Inglaterra, Italia, Uruguay u Holanda sólo se le aparecerían en el encuentro decisivo. “Fue un sorteo en general positivo”, admitió el seleccionador argentino, Alejandro Sabella (ver aparte). Con otros dos rivales razonablemente asequibles Irán y Nigeria, los argentinos tendrán un recorrido climáticamente suave que se completará en Belo Horizonte y Porto Alegre. Distancias cortas desde la concentración precisamente en Belo Horizonte y nada de calor: sorteo ideal.

Exactamente lo opuesto a lo que vivirá su archirrival Cristiano Ronaldo. El delantero del Real Madrid deberá recorrer Salvador, Manaos y Brasilia en un muy equilibrado Grupo G que compartirá con Alemania, Ghana y Estados Unidos. Y Alemania salió perjudicada por partida doble: Portugal es un durísimo rival para el debut, pero los duelos con Ghana y Estados Unidos no deberían ser menos exigentes. Ese Grupo G incluye el choque entre Joachim Löw, actual seleccionador alemán, y Jürgen Klinsmann, su antecesor en el cargo y ahora al frente de Estados Unidos. Será en el partido final del grupo, un partido en Recife que bien podría significar la clasificación de uno y la eliminación de otro.

Por si no fuera suficiente, el recorrido de los alemanes, poco acostumbrados a las altas temperaturas, incluye escalas en Salvador, Fortaleza y Recife, tres de las ciudades más calurosas entre las 12 sedes del Mundial. Sólo Manaos podría haber sido climáticamente más exigente para los alemanes, pero ese destino le fue reservado al encuentro Italia-Inglaterra que el 14 de junio completará el “grupo de la muerte”, que también integran Uruguay y Costa Rica. Italia jugará en Manaos, Recife y Natal, tres ciudades que, al igual que los alemanes, quería evitar debido al fuerte calor. Un grupo de alto voltaje con tres campeones mundiales, otros tres perdedores del sorteo. Un sorteo que fluyó sin problemas, aunque bien pudo haberlos habido cuando una de las bolas saltó de las manos del veterano y frágil Alcides Ghiggia para que a la escultural Adriana Lima se le helara la sangre: “¡Alcides, por el amor de Dios!”. La leyenda del fútbol uruguayo había puesto en peligro el discurrir exitoso de la delicada ceremonia. Jerome Valcke, el secretario general de la FIFA que ya había tropezado un año atrás en el sorteo de la Copa Confederaciones, también tembló.

Pero nada pasó, y la gala siguió repartiendo suerte a unos y algunas desgracias a otros. A España, por ejemplo, que no salió excesivamente beneficiada: Holanda, la misma selección ante la que necesitó 116 minutos para anotar su único gol en la final del Mundial de Sudáfrica 2010, es el rival el 13 de junio en Salvador. “Nos tendremos que esmerar para quedar primeros”, admitió el seleccionador español, Vicente del Bosque, que no se anduvo con vueltas: “No podemos presumir de que haya sido un sorteo fácil”. Ese Grupo B se completa con selecciones competitivas como Chile y Australia, pero ofrece sobre todo a Brasil como potencial rival en los octavos de final. Malo para España, pero malo también para el anfitrión, que sueña con un sexto título mundial. Ecuador y Honduras no tienen demasiadas razones para estar tranquilos en un Grupo E que comparten con Francia y Suiza, algo diferente a la situación de Colombia, favorita en el C, donde se medirá con Grecia, Costa de Marfil y Japón. Quizás el grupo con menos perfiles y atractivo sea el H, donde Bélgica parte con cierto favoritismo ante Rusia, Corea del Sur y Argelia. Una selección joven y de gran fútbol la belga, que en unos hipotéticos cuartos de final podría medirse con Argentina, aunque en esa instancia al equipo nacional también le podría tocar Alemania, “verdugo” de la Selección en los últimos dos mundiales en esa misma ronda.

Veintiocho años atrás, en México 86, la Argentina de Maradona se impuso a una vistosa Bélgica en semifinales, para conquistar cuatro días más tarde el título mundial. Un paralelismo que pasa a segundo plano si se piensa en que Bélgica, en cuartos de final de Brasil 2014, podría significar que en la ronda quedó fuera del torneo Portugal. Un día redondo para Messi.