Diego Aventín estiró su ventaja sobre Werner.
Imagen: Télam.

Tibio clima de definición de campeonato para el cierre del Turismo Carretera. ¿Será la ausencia de una lucha franca entre Ford y Chevrolet, los eternos rivales, por la posesión del título, o la certeza de que la corona no se le escapará hoy a Diego Aventín, lo que mantuvo a los hinchas alejados del autódromo porteño?

Portador de un apellido demasiado asociado con la polémica en el TC, Aventín no despierta cariños exacerbados ni siquiera de los hinchas del óvalo, y la contundencia con la que vino rigiendo esta definición, con tres victorias en las últimas cinco carreras, se vive con cierta resignación, corroborada por la pole-position que clavó para esta última competencia del año.

Con ese mejor tiempo, 1m34s002, a 216,034 km/h, fijado el viernes cuando el calor no era tan intenso como ayer (“fui siete décimas de segundo más lento que el viernes”, reconoció), el Pumita de Morón estiró su ventaja en la Copa de Oro a casi 10 puntos sobre Mariano Werner, quien aparecía como su máximo rival; con problemas de temperatura en su Ford solo pudo marcar el 21º tiempo. “Ya cambiamos tres radiadores y si no encontramos la falla, con el calor el motor se cocina en tres vueltas”, presagió.

“Nada me asusta pero todo me preocupa –asegura Aventín a Página/12–. El calor puede ser mi principal rival. No estoy nervioso ni ansioso, pero sí con ganas de correr. El plan lo decidiré sobre la marcha. Me gustaría vivir una consagración, corro en TC hace 14 años para salir campeón, pero en lo personal el título no me va a cambiar.” Sobre la sorpresiva presencia de patovicas en la puerta de su box, afirmó que “fue para que los mecánicos estuvieran tranquilos, invité a 150 personas a la carrera y si todas estuvieran dentro del box ellos no podrían trabajar tranquilos”. Tanta fe se tiene Aventín que en esas 150 entradas se gastó 60 mil pesos...

Fe también le sobra, inexplicablemente, a Josito Di Palma, que para lograr el título debe ganar con su Torino y aguardar que Aventín se retrase. “El auto mejoró muchísimo, especialmente doblando, y si no hubiera sido por el calor, me quedaba con el mejor tiempo; puedo ganar la serie y la final”, dijo el piloto de Arrecifes (3º), que prometió “ir a la chapa si es necesario”.

Werner está tan desmoralizado (“tenemos que esperar un milagro”, dijo en tono de derrota) como Matías Rossi, el piloto de Chevrolet mejor posicionado, pero que se ve fuera de combate: “En un 95 por ciento estoy out –se sinceró–. Honestamente, no tengo chances concretas, el auto no dobla bien y por eso fue mi peor clasificación del año.” Ro-ssi acabó 15º y largará en la tercera serie, con Di Palma, el Gurí Martínez, Werner y Jonatan Castellano (que rompió un motor), entre los que pelean la corona; en la primera lo harán Aventín, el Pato Silva (“que Diego se cuide, que yo salgo a ganar”), y Christian Ledesma; en la segunda lo harán Pechito López y Juan Martín Trucco. La final se pone en marcha a las 13, sobre 25 vueltas (televisa Canal 7), y aunque el panorama señale a Aventín como gran protagonista, las carreras hay que correrlas. “Está todo dado como para que haya una gran sorpresa”, pronosticó el Pato Silva. ¿Se le cumplirá?