Independiente logró un triunfo inesperado, gracias a un golazo del pibe Marcelo Vidal, que conjugó técnica y viveza para convertir desde atrás de la mitad de la cancha a falta de tres minutos. De esa manera, el conjunto de Omar De Felippe se impuso 1-0 como visitante y, por primera vez en el torneo, terminó el día en puesto de ascenso. Y si hoy Crucero del Norte no le gana a Independiente Rivadavia, se irá al receso en esa posición. Y para completar la alegría, el arquero Diego Rodríguez superó la mejor marca de la categoría sin recibir goles y ya lleva 756 minutos con su arco invicto, lo que marca el nivel con que Independiente despide el año.

No fue bueno el primer tiempo. Los dos equipos se preocuparon más en neutralizar a su rival que en buscar su propio juego. En ese duelo, el más perjudicado resultó Independiente, que no podía hacer entrar en juego ni a Montenegro ni a Pisano. Con sus generadores de fútbol anulados, el conjunto de De Felippe debió apelar a la lucha, un terreno que no le resultó tan cómodo.

Más habituado a ese trámite y motivado por la historia de su rival, Patronato se mostró mejor posicionado en ese desarrollo. Con intensidad y peleando cada pelota, los locales insinuaron algo más que su rival, aunque el partido nunca terminaba de levantar. Con ese panorama, las acciones de riesgo frente a los arcos escasearon. Por el lado de los entrerrianos, la chance más clara llegó en el arranque, con un mano a mano de Comas que el arquero Rodríguez tapó con esfuerzo. También llegó por arriba con un cabezazo de Márquez, que también controló el guardavallas. Del otro lado, Independiente apenas se aproximó con un cabezazo de Vidal tras un tiro libre de Pisano, pero Bertoli se lució al tapar abajo.

Tras la primera mitad, Independiente se adelantó unos metros en el terreno y encontró algunas pinceladas de Pisano para prevalecer en el trámite. Y gracias a un notable pase del ex Chacarita casi se pone en ventaja, pero Bertoli leyó rápido la jugada y salvó ante la entrada de Parra. Pero más allá de esa pequeña mejoría, el juego volvió al trámite de la primera mitad, con mucha más lucha y tesón que fútbol. Salvo una jugada aislada en la que Jonatan López cabeceó mal y desperdició la ocasión, el juego transcurría casi sin emociones.

Con el correr de los minutos, los dos equipos parecían conformarse con el punto. Sentían que no podían quedarse con la victoria y se mostraban tranquilos con el desarrollo. Pero faltaba la aparición gloriosa de Vidal. Desde su propio terreno, adentro del círculo central, el pibe vio adelantado a Bertoli y ejecutó un tiro libre, que salió recto y se metió por el centro del arco, a pesar del esfuerzo del arquero. Con esa jugada fuera del libreto, Independiente se llevó un triunfo tan difícil como importante, para que el sueño del regreso sea posible cada vez más.