La ex tenista Martina Navratilova y el jugador de básquetbol Jason Collins reclamaron en las Naciones Unidas más apoyo para los deportistas homosexuales. “Gays y lesbianas aún deben soportar hoy en día insultos y obstáculos e incluso penas de prisión en muchos países. En seis países existe la pena de muerte para ellos. El deporte tiene el poder de cambiar algo”, dijo Navratilova, una de las primeras deportistas en reconocer en 1981 su homosexualidad. Collins se convirtió en abril en el primer jugador de la NBA en admitir que era gay, pero se encuentra actualmente sin equipo.

“El Comité Olímpico Internacional (COI) dice que deporte y política no pueden mezclarse. Eso está muy lejos de la realidad, porque deporte y política se mezclan todos los días”, dijo Navratilova, una de las mejores tenistas de la historia. “Mi principal desencuentro con el COI es que escondan la cabeza y no defiendan mejor a todos los atletas”, afirmó.

“El COI y la FIFA quieren asociarse con países que oprimen abiertamente a su propio pueblo. Deberían asociarse con gobiernos que defienden sus mismos ideales, que celebran el deporte y permiten a los atletas ser quienes son”, dijo Collins en un acto en la ONU con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos.

Ambos deportistas aseguraron que los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi en febrero tendrán lugar bajo una atmósfera hostil para los homosexuales por las leyes rusas. “No tengo miedo por la seguridad de los deportistas”, afirmó Navratilova. “¿Pero qué pasa antes y después? Se seguirá discriminando”, dijo la ex jugadora que, sin embargo, rechazó un boicot a los Juegos porque “sólo lo sufren los deportistas y no ayuda en nada”.

“Tenemos tendencia a apuntar con el dedo, pero hay que empezar por casa”, añadió Navratilova, quien recordó que en un país como Estados Unidos hay 29 estados donde es legal despedir del trabajo a la gente por ser homosexual, tras lo cual llamó a la gente “a salir del armario” porque entonces la discriminación es “más difícil”.