El rionegrino Javier Correa se convirtió en el único argentino en obtener dos medallas de oro en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo, al imponerse hoy en la categoría K1-500 del certamen continental. El barilochense de 27 años, ya dueño de seis títulos panamericanos, se erigió en la mayor figura nacional de los Juegos. Ya había ganado, el viernes, una medalla de oro en la modalidad K1-1000, su especialidad.
La cordobesa Georgina Bardach accedió a la final de los 200 metros mariposa y 200 espalda, con escasos minutos entre ambas eliminatorias. En la primera terminó cuarta, marcando un nuevo record sudamericano, y en la restante fue quinta. La mendocina Florencia Szigeti disputaba anoche la final de los 50 metros libre.
En esquí acuático, Javier Julio ganó una medalla de bronce en slalom masculino, y lo propio hizo Jorge Renosto en figuras. La rionegrina Patricia Ricciutti se adjudicó una medalla de bronce en la categoría hasta 67 kilos de taekwondo.
La tarea de Correa en la prueba de ayer fue tan abrumadora que en los últimos metros de la carrera, el rionegrino se dio el lujo de sacar la pala del agua y saludar al público que lo esperaba en la llegada.
“Es un orgullo haberle dado dos medallas de oro a la delegación argentina. Es una alegría enorme imaginar que otros están pendientes de lo que hago”, opinó Correa. “En los 500 metros no se admiten errores, no es como la prueba de ayer (por el viernes). Tuve que salir a competir a fondo desde la salida. Mis rivales se quedaron en los metros finales y por eso gané bien”, comentó.
Fue la sexta medalla de Correa en su historial dentro de esta competición continental. Antes había sumado una de oro en Mar del Plata ‘95 y tres en Winnipeg ‘99, halago que hasta ahora sólo tenían la patinadora Nora Vega (cuatro en San Juan ‘79 y dos en Mar del Plata ‘95) y el tirador Pablo Cagnasso (que ganó las seis medallas en Buenos Aires ‘51).
Fue uno de los pocos campeones de la Argentina que logró revalidar los títulos conseguidos en Winnipeg ‘99. “Trabajamos muy fuerte para esta competencia, porque se presentaba justo antes del Mundial y creo que los resultados de ese trabajo están a la vista.”
En Santo Domingo el palista usó un kayak prestado que debió compartir con una integrante de la delegación femenina de la Argentina, pero fue elegido como el “mejor deportista panamericano de la década en canoaje”, por la Federación Panamericana de ese deporte, premiado por el propio presidente de esa entidad, Charles Henry Yatman.
“Ahora tenemos un equipo un poco más fuerte que el de Winnipeg –opinó el barilochense–. Hay más competidores en un nivel de regularidad. Creo que mi actuación sirve de mucho porque conseguí varios buenos resultados y entonces los chicos tienen alguien en quien mirarse.”
Además de la destacada actuación del palista rionegrino, el canoaje argentino sumó dos nuevas medallas de plata y una de bronce en la penúltima jornada de competencia de los Juegos. Miguel Correa y Fernando Redondo obtuvieron medalla de plata en la categoría K2-500, y también consiguió una medalla de plata María Fernanda Lauro, en la modalidad K1-500. En la especialidad K2-500, el binomio integrado por María Romano y Sabrina Ameghino obtuvo la medalla de bronce.