El Grand Prix de la República Argentina de motociclismo, que devuelve al país al calendario mundial después de 15 años, arrancó ayer con una presentación simbólica en el estadio de River (foto) con algunos de los pilotos que estarán desde el viernes acelerando sus motos en el circuito de Termas de Río Hondo, remozado para la ocasión, en el que las máquinas del MotoGP podrían alcanzar los 320 km/h de máxima.

“Argentina ha demostrado estar preparada para recibir este tipo de acontecimientos y esperamos poder seguir organizando muchos más en los próximos años”, afirmó Enrique Meyer, titular del Ministerio de Turismo que fue instrumental en la concreción del retorno. “Es un orgullo para nuestro país poder recibir a todos estos pilotos”, apuntó.

“Es algo muy bueno y muy interesante venir a correr a la Argentina, donde hay un montón de aficionados al motociclismo”, afirmó el español Jorge Lorenzo, campeón mundial de MotoGP en 2013 y piloto oficial de Yamaha, que tuvo un flojo comienzo de campeonato.

Además de Lorenzo, en la presentación también estuvieron el español Alvaro Bautista, el brasileño Eric Granado, el colombiano Yonny Hernández, el australiano Jack Miller, los alemanes Sandro Cortese y Jonas Folger, y el santafesino Sebastián Porto, que vuelve al Mundial después de siete años de ausencia.

Para Bautista, también piloto de MotoGP y que el año pasado probó en Termas, la pista argentina “es una de las mejores del mundo”, con un trazado “espectacular” en la que es muy divertido correr “porque sientes más la velocidad y disfrutas más de la moto”. Para Lorenzo, “se habló muy bien del circuito y tenemos todos los pilotos muchas ganas de descubrir cómo es”.