Javier Cantero renunció en la tarde de ayer a la presidencia de Independiente, acorralado por la crisis institucional, económica y deportiva. Ahora resta definir los pasos estatutarios para realizar las elecciones anticipadas, que en principio serían en julio. Hasta el llamado a elecciones, asumirá interinamente como titular del club de Avellaneda Claudio Keblaitis, actual vicepresidente segundo de la entidad. Por la noche, la barra brava, encabezada por Pablo “Bebote” Alvarez, fue a festejar frente a la sede del club.

En los últimos días, Cantero y los pocos miembros que quedaban en su comisión directiva (hasta ayer ya había 16 renuncias) intentaron llegar a un acuerdo con la oposición, encabezada por la Agrupación Independiente, para el adelantamiento de las elecciones, pero el acercamiento entre las partes no fue posible. El último intento fracasó en la noche del martes, debido a que una reunión que debía realizarse en la AFA, propuesta por el presidente de esa entidad, Julio Grondona, nuevamente no llegó a buen término debido que Cantero no se presentó.

Tras la frustrada reunión, ayer por la mañana, Keblaitis y Cantero le habían comunicado a Miguel Silva, secretario general de la AFA y vicepresidente de Arsenal, dos modificaciones respecto del proyecto presentado anoche por la Agrupación Independiente.

La primera era la que permitía la renuncia del presidente; en tanto que la segunda, correspondiente al armado del futuro plantel, consistía en que la actual comisión directiva pedía que la incorporación de jugadores esté consensuada por todas las listas participantes de las próximas elecciones de la entidad de Avellaneda.

Con todas estas complicaciones, Cantero decidió renunciar y dejó ayer de ser el presidente de Independiente luego de las presiones tanto de los hinchas como de la propia oposición, cuando su mandato finalizaba en diciembre de este año. Entre tantas presiones y sin nunca haber podido manejar el timón del club con facilidad, Cantero decidió finalmente dar un paso al costado.

Cantero asumió la presidencia de Independiente en el 2010, en reemplazo de Julio Comparada, y en su mandato se enfrentó con la barra brava, particularmente con Pablo “Bebote” Alvarez, jefe de los violentos de la parcialidad del Rojo.

Todos estos inconvenientes, sumados a que en junio de 2013 el equipo, dirigido por entonces por Miguel Angel Brindisi, descendió por primera vez en su historia a la B Nacional, determinaron que Cantero decidiera finalmente dar un paso al costado. Durante su gestión, pasaron como entrenadores Ramón Díaz, Cristian Díaz, Américo Gallego y Brindisi, con quien el equipo se fue al descenso.

Luego ese lugar lo ocupó Omar De Felippe, quien encontró buenos resultados en el primer momento, pero actualmente el equipo está fuera de la zona de ascenso y su vuelta a Primera División parece cada vez más complicada. En lo que va de la segunda rueda, Independiente apenas ganó dos encuentros y cayó de la tercera a la quinta ubicación, detrás de Banfield, Defensa y Justicia, Crucero del Norte e Instituto de Córboba, con un futuro futbolístico incierto y con la posibilidad de permanecer una temporada más en la B Nacional.