Al menos cinco personas, entre ellas varios reporteros, resultaron heridas durante un violento enfrentamiento entre policías y manifestantes contrarios al Mundial, horas antes de la ceremonia de apertura. Entre los heridos está el fotógrafo argentino Rodrigo Abd, de la agencia AP, quien fue alcanzado en la pierna por metralla de una bomba de gas lacrimógeno lanzada por la policía.

Un incidente similar causó heridas leves a dos representantes de la CNN, la corresponsal en San Pablo Shasta Darlington y su productora, la canadiense Barbara Arvanitidis. Según las informaciones disponibles hasta el momento, los disturbios causaron heridas leves a por lo menos otras dos personas: un camarógrafo de la red televisiva SBT y un manifestante, Rafael Lusvarghi, quien fue alcanzado en el pecho por una bala de goma disparada por la policía antes de ser detenido.

“Vale la pena enfrentar esto para derribar al gobierno”, expresó Lusvarghi, quien forma parte de la enorme legión de brasileños insatisfechos por los millonarios gastos públicos para organizar el Mundial.

La protesta se inició unas cinco horas antes de la ceremonia inaugural, cuando decenas de personas se reunieron en la estación de subterráneo Carrao, a unos 12 kilómetros del Arena Corinthians, con el objetivo de cortar la avenida Radial Leste, una de las principales vías de acceso al estadio. La policía se adelantó a los organizadores de la movilización, denominada Gran acto 12 de junio no va a haber Copa”, y cercó el lugar para impedir que el grupo avanzara por la avenida.

A raíz de la protesta, la estación Carrao fue cerrada, y los habitantes de la región que tenían boletos para el partido inaugural entre Brasil y Croacia debieron buscar formas alternativas para llegar al estadio.

San Pablo vivió además otra protesta anti Mundial, realizada por unos 500 trabajadores del metro, que la semana pasada mantuvieron una huelga de cinco días que provocó serios trastornos en la ciudad, pero el acto fue pacífico y transcurrió sin incidentes.

Según el portal del diario Folha de Sao Paulo, militantes del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) pretenden realizar un acto en un terreno baldío que ocupan desde hace más de un mes y que queda a unos 3,5 kilómetros del Arena Corinthians.