Con el gol de Peter Odemwingie, Nigeria derrotó ayer 1-0 a Bosnia y quedó perfilado para pasar a octavos de final el próximo miércoles ante Argentina, si por lo menos logra un empate. El equipo europeo no mostró el buen fútbol que lo clasificó al Mundial e hizo muy poco por revertir el resultado, aunque sufrieron un gol mal anulado por el árbitro del partido.

De la mano de los habilidosos John Obi Mikel y Emmanuel Emenike, Nigeria cambió la imagen que había dejado en el empate 0-0 con Irán y dominó a los bosnios durante todo el partido disputado ayer en Cuiabá, aunque también tuvo a la suerte de su lado. En la jugada clave de los bosnios, Edin Dzeko superó al arquero Enyeama en el mano a mano, pero el árbitro Peter O’Leary lo anuló por un fuera de juego inexistente del delantero. A continuación llegó una gran jugada de Emenike, que dejó en el camino a Mujdza por derecha, desbordó y mandó el centro que Odemwingie convirtió en gol.

En el segundo tiempo, Nigeria tuvo muchas chances de aumentar, mientras que Bosnia sólo acarició el empate a un minuto del final: otra vez Dzeko, giró en el área y sacó un remate que entre el arquero Enyeama y su palo derecho rechazaron, sentenciando la eliminación de Bosnia y la oportunidad nigeriana de volver a la segunda fase de un Mundial después de quedar en la primera fase en las últimas dos Copas.