Desde Belo Horizonte

Si la invasión de hinchas argentinos que tomaron las calles de Belo Horizonte no pasó inadvertida en los días previos al partido, ayer, concentrados en los accesos al Mineirao, se hicieron sentir mucho más. Llegados de todas las provincias, los fanáticos argentinos arribaron al estadio Mineirao en horas de la mañana; incluso muchos se encontraron con las puertas cerradas y debieron esperar casi una hora hasta que, cerca de las 9.30, se abrieron los portones de ingreso.

Las camisetas celestes y blancas se podían ver en las plazas, en los bares, en todos lados. Para muchos la previa fue larga; comenzó en la noche del viernes –la sexta feria, como le dicen aquí–. Los más jóvenes volvieron a elegir la zona de Savassi, repleta de bares, donde los hinchas argentinos, mezclados con algunos indisimulables barrabravas, saltaron y cantaron hasta altas horas de la madrugada. Tras el partido, la policía reportó 19 detenidos, integrantes de La Bu-tteler, la barra de San Lorenzo. Esa presencia y entusiasmo de los hinchas argentinos, al igual que lo que ocurrió con los hinchas colombianos durante los últimos días, llamó la atención de uno de los más grandes jugadores de la historia del fútbol brasileño: Tostao, el talentoso volante del seleccionado campeón del Mundial de México 1970, quien conformó junto con Jairzinho, Gérson, Pelé y Rivelino una de las más grandes delanteras de todos los tiempos.

“La presencia de sudamericanos aquí es muy importante. Y eso hace que los jugadores se sientan como en casa, lo que aumenta su entusiasmo y sus chances de victoria”, comentó para el diario O Tempo de BH el talentoso zurdo, quien pese a que debió dejar el fútbol a los 26 años, debido a un desprendimiento de retina, supo deleitar con su excelente pegada, su visión de juego y su capacidad goleadora.

Tostao también parece maravillarse por las clasificaciones anticipadas de Chile y Colombia, y por la victoria de Uruguay sobre Inglaterra, y justifica con una idea: “Tengo la impresión de que los sudamericanos poseen más ganas, orgullo de jugar para sus selecciones que los futbolistas europeos”, afirma y adjudica esto a “un deseo oculto de autoconfirmación, de mostrar al mundo que estamos atrasados en muchos aspectos, pero que en el fútbol somos más apasionados y mejores”.

Así como Costa Rica es para el ex jugador de Cruzeiro “la gran sorpresa del Mundial”, la Argentina no atraviesa un gran momento. “Sabella cree que mejor que jugar con tres atacantes es reforzar la defensa contra grandes selecciones, pero la solución es que en vez de tres zagueros centrales, para mí sería que ataque con dos delanteros, sacrificar a Higuaín o Agüero, y poner un volante más por la derecha”, opinó Tostao, que algo de fútbol sabe, en un intento de dar una solución brasileña a los problemas de la Argentina.