Desde Porto Alegre

La Selección tendrá hoy una nueva oportunidad para demostrar su potencial futbolístico, algo que no ha logrado en las primeras dos fechas del Mundial, cuando en el partido que definirá el Grupo F se enfrente, desde las 13, con Nigeria, el rival más complicado de la primera fase, que necesita ganar o como mínimo empatar para meterse en los octavos de final, donde la Selección se encuentra luego de sus victorias frente a Bosnia e Irán. Si bien el entrenador Alejandro Sabella (ver aparte) no confirmó ayer el equipo titular que tendrá como misión obtener al menos un empate para asegurarse el primer lugar en su grupo, lo que de alguna manera le facilitaría su próximo partido por los octavos de final, ya que le tocaría en suerte el segundo clasificado del Grupo G, que también se definirá hoy, a las 17, con los partidos Honduras-Suiza, en Manaos, y Ecuador-Francia, en Río de Janeiro.

Para mayor tranquilidad, pero también para comenzar a revertir la imagen que el equipo entregó hasta el momento más allá de los resultados favorables frente a Bosnia e Irán –que también hoy se miden a la misma hora en Salvador, Bahía–, a la Selección le conviene vencer a Nigeria para así asegurarse el primer lugar del Grupo F. Pero Nigeria no es precisamente un rival fácil, incluso por lo demostrado hasta ahora se presenta como el más difícil en cuanto a su potencial de juego (ver aparte).

La gran pregunta que por estas horas tiene Sabella en la cabeza es qué es lo que hará Nigeria. ¿Saldrá a buscar el partido de entrada? ¿Aguantará e intentará ganarlo de contraataque? Por ahora se trata de un misterio, aunque el DT argentino confía en que los africanos sienten el fútbol de otra manera que, por ejemplo, los iraníes y van al frente. Lo demostró el lunes Camerún, ya eliminado, frente a Brasil, aunque terminó goleado.

Ahora, si se analiza lo que está en juego, se supone que Argentina-Nigeria tiene que ser un partido abierto, de ida y vuelta, lo que a las claras podría beneficiar el juego de la Selección. Si los nigerianos salen a buscar el resultado, y motivos no les faltan, la Selección se encontraría con los espacios que viene reclamando a gritos para desplegar su mejor versión y que los dos primeros rivales, con planteos ultradefensivos, le negaron.

Tanto a la Argentina como a Nigeria, el triunfo les evitaría enfrentar a Francia, que se mide con Ecuador y, salvo un milagro, debido a su diferencia de gol de +6, hasta perdiendo se quedaría con la primera ubicación del Grupo D. Esto la convierte en rival en los octavos del segundo del Grupo F. En este sentido, la Selección cuenta con una ventaja sobre Nigeria, ya que el empate también la dejaría primera en su grupo, y en tal caso la tendría más fácil en octavos ante el que, entre Ecuador y Suiza, se termine quedando con la segunda posición del Grupo D.

Como lo ha hecho en todos los partidos del Mundial, Sabella tampoco confirmó ayer el equipo. Sólo adelantó que jugará con el mismo esquema táctico que utilizó frente a Irán, el 4-3-3 que quiere Lionel Messi y, al menos públicamente, banca el resto de los jugadores. Por eso mismo, para los jugadores argentinos también será un partido clave, ya que les permitirá confirmar ante el entrenador por qué con ese esquema se sienten más cómodos, como lo han asegurado una y otra vez antes y después del partido frente Irán.