@Corrió detrás de una pelota de fútbol buena parte de su infancia y mostró una gran habilidad con ella años después en la mismísima Bombonera. Si pudiera, Roger Federer no estaría hoy jugando en Wimbledon, sino sentado en el estadio Itaquerao de San Pablo siguiendo el choque entre su país y la Selección Argentina. “Me hubiera gustado estar ahí, pero no puedo”, remarcó el tenista suizo a la agencia dpa durante una entrevista previa al Mundial en la que se extendió sobre Brasil 2014: “¡Ojalá algún día pueda ir a un Mundial!”. El ex número uno tiene muy pocas razones para quejarse de su vida, pero si hay alguna, es el hecho de que cada cuatro años el Mundial de Fútbol queda fuera de su alcance: está condenado a verlo por televisión, porque coincide con el momento más importante de la temporada. El Mundial comenzó el 12 de junio, cuatro días después de la final de Roland Garros, y terminará el 13 de julio, siete días después de la de Wimbledon. Federer, que fue padre hace pocas semanas, se toma muy en serio su carrera, no sería capaz de hacer un viaje relámpago a Brasil para disfrutar de esa experiencia que aún no conoce: ver en persona un Mundial. Quizá tenga la posibilidad en Rusia 2018, ya que es probable que no siga recorriendo el circuito con 36 años, aunque el suizo se niega desde siempre a plantearle un final a su exitosísima carrera. Así fue que en Londres disfrutó de la goleada de Suiza a Honduras, y que espera celebrar frente al televisor en Londres una victoria de Suiza en San Pablo sobre la Argentina de Lionel Messi. “Aunque está claro que sin dudas no somos los favoritos, apuesto por un 2-1”, comentó el suizo en Londres. ¿Su argumento? “En las instancias de eliminación directa todo es posible.” Federer sabe bien el golpe que significaría una derrota de ese calibre para Argentina. Tras la gira de exhibiciones que hizo a fines de 2012 por Argentina, Brasil y Colombia, tiene un idea muy clara del ambiente que se vive en el país de la estrella del Barcelona. “Puedo entender hasta cierto punto lo que el fútbol significa en Sudamérica –dijo durante el diálogo con dpa–. Sé que son apasionados por todos los deportes, pero especialmente por el fútbol. Deben sentirse en el séptimo cielo teniendo el Mundial en casa.” Federer, al que Juan Martín Del Potro intentó infructuosamente convertir en hincha de Boca, compartió avisos publicitarios con Messi y no oculta su admiración por el 10 del Barcelona. “Amo ver jugar a Messi, es uno de los mejores de este deporte, en especial de los últimos 10, 20 años. También me gustaba (Zinedine) Zidane.” Con tanto amor por el fútbol, la pregunta a Federer es obvia, tanto como la respuesta: ¿acertó al elegir el tenis? “Siempre tuve predilección por el fútbol, yo también jugaba y me habría encantado ser futbolista. Pero estoy feliz de haber elegido tenis al final, es mi deporte número uno.”