Desde San Pablo

El respaldo que está teniendo el seleccionado argentino en cada una de sus presentaciones en esta Copa del Mundo resulta un gran contraste con la representatividad real que tiene este plantel con el fútbol local. De los 23 jugadores convocados por el técnico Alejandro Sabella, apenas tres pertenecen a clubes afiliados a la AFA: Fernando Gago, Maximiliano Rodríguez y Agustín Orion. Y sólo dos clubes (Boca y Newell’s) son los que imponen su nombre en la nómina. A pesar de ello, los hinchas que viajan para ver al equipo lo adoptan como si sus protagonistas estuvieran transitando las canchas argentinas todos los fines de semana. Inclusive, no es de interés que su figura estelar, Lionel Messi, ni siquiera llegó a debutar en Primera en el país.

Los jugadores que buscan pertenecer a la Selección intentan participar en una liga competitiva para poder estar en la vidriera mundial y a partir de ahí buscan abrir todas las puertas posibles. Ese trampolín suele ser más efectivo que, inclusive, ser campeón argentino. El actual, River, no ha podido sumar ningún futbolista para Argentina. Si bien los jugadores aspiran a trabajar en el exterior por el reporte económico que eso les significa, también tienen en claro que desarrollar su carrera afuera les permite poseer un prestigio supremo.

Si se la compara con las grandes potencias, Argentina no deja en buena posición a su torneo. Alemania, por ejemplo, no necesita que sus protagonistas salgan de su país para formar parte de un campeonato de gran nivel futbolístico y que al mismo tiempo le permite firmar contratos con valores de muchos dígitos. El conjunto que entrena Joachim Löw posee 17 futbolistas en la Bundesliga, de los 23 que están en Brasil. Sólo Sami Khedira (Real Madrid), Mesut Özil (Arsenal), André Schürrle (Chelsea), Lukas Podolski (Arsenal), Miroslav Klose (Lazio) y Per Mertesacker (Arsenal) juegan en el extranjero.

Didier Deschamps conduce a Francia, pero tiene el plantel repartido entre su país y otros de Europa. Los que no juegan la liga francesa son 14, con un hombre destacado en ese grupo como Karim Benzema, que integra la dupla de delanteros junto a Cristiano Ronaldo en el Real Madrid español.

El rival de esta tarde, Suiza, está más emparentado con el caso argentino en la composición del plantel, dado que su liga es de tercer orden. Sólo siete de los 23 convocados por Ottmar Hitzfeld juegan en el medio local, tres de ellos en el Basilea; entre ellos el defensor Fabian Schaer, que hoy sería titular.

Entre los otros campeones sudamericanos, Brasil transita una situación similar a la de Argentina. De los 23 que ya se encuentran preparados para enfrentar a Colombia por los cuartos de final, 19 lo hacen en certámenes que no son ni los estaduales ni el Brasileirao. Uruguay también padece no poseer un campeonato competitivo, y sólo Sebastián Coates (Nacional) permanece en su país. A pesar de haber atravesado un grupo complejo como el D, compartido con Italia e Inglaterra, no superó los octavos de final ante la Colombia de José Pekerman.

Lo que sucedió en el Mundial de 1978 con Argentina, cuando sólo Mario Kempes no jugaba en el torneo local porque había emigrado a España, la situación se ha ido modificando radicalmente, y el fútbol argentino sigue penando por los cracks que ya no están.