Hace más de medio siglo que la Argentina no logra un título mundial de automovilismo (Juan Manuel Fangio, 1957). A Carlos Reutemann se le escapó el de Fórmula 1 en 1981 y, más de 30 años después, José María López se acerca a uno de jerarquía un tanto menor pero no por ello menos valioso. El cordobés, líder del Mundial de Turismo (WTCC), volvió a la Argentina tras su magnífica campaña a bordo de un Citroën C-Elysee en las primeras siete fechas: la próxima será en agosto en Termas de Río Hondo.

“Siempre mi objetivo fue conservador, quería afianzarme en Europa y con el equipo Citroën, pero se está dando todo”, repasó el piloto. “En Marruecos gané la primera carrera, nuestros autos son muy contundentes, y aunque mis compañeros, Yvan Muller y Sebastien Loeb, son franceses en un equipo ciento por ciento francés, nunca hubo órdenes de equipo”, precisa. De todas maneras, López no descarta que más adelante pueda haberlas, “pero no vale la pena anticiparse porque el equipo es muy profesional y nos da la misma oportunidad a todos”.

A Termas llega como líder del torneo, con buena ventaja sobre Muller. “Allí soy local, conozco la pista, me gusta. Espero sacar un poco más de ventaja. Es difícil estirar la diferencia pero también es difícil descontarla. Eso sí, la mochila se va poniendo cada vez más pesada, así que trato de ir carrera por carrera, es la única alternativa que tengo para mantenerme delante de Yvan, que es muy completo en todos los niveles”.

–Ya ganó cinco de las trece carreras del año. ¿Cuál fue su mejor victoria?

–La de Marruecos, en el arranque del torneo, fue muy buena porque no la esperaba. Pero creo que la mejor de todas fue la de Paul Ricard, en Francia, porque gané viniendo desde atrás. La última en Spa también corrí así. Largar con la grilla invertida lo aprendí en el automovilismo argentino, que me fogueó. La verdad es que nada me emociona más que estar en el podio y escuchar el Himno Nacional.

–Su compañero Muller dijo después de la última carrera que si usted no tiene uno o dos abandonos y pierde puntos gruesos, le será muy difícil a él alcanzarlo. ¿Coincide?

–Eh... Creo que tiene razón, que si yo no abandono más es difícil que se me escape.