El ajedrez tiene una larga tradición entre los argentinos. No solamente por la historia de su práctica magistral, que llevó al país a los primeros lugares de la competencia mundial, y por las figuras que le dieron prestigio, sino también por la afición amplia e intensa que concita. Argentina fue sede de eventos centrales de la historia contemporánea del juego: el encuentro por el título mundial entre Alekhine y Capablanca en 1927, la eliminatoria entre Fischer y Petrosian en 1970 y otras grandes escenas del ajedrez nacional y mundial fueron acompañadas por masas de aficionados que convirtieron a varias ciudades argentinas en plazas centrales del juego a nivel mundial.

También existe una larga historia de relación entre el ajedrez y la prensa escrita. Durante muchos años, comentarios e informaciones sobre su práctica ocuparon lugares centrales en los diarios argentinos y fueron parte de la formación de muchas camadas de jugadores. Si bien en las últimas décadas las nuevas tecnologías han modificado los hábitos de maestros y aficionados y ocupado un lugar creciente en la teoría y en la práctica del juego en nuestro país y en todo el mundo, la difusión del ajedrez a través de los medios de prensa tiene un potencial muy importante. El juego tiene aspectos, muchas veces señalados, que lo asimilan a la ciencia y al arte; pero sigue siendo, desde el punto de vista de su difusión popular, un entretenimiento, una fuente de placer estético, capaz de atraer a un público masivo y diverso que recorre a amplios sectores sociales y atraviesa a las generaciones.

Estas páginas, que se repetirán periódicamente, se proponen contribuir a recuperar y profundizar la tradición que vincula el ajedrez al público general sin dejar de interesar a sus cultores más preparados y competitivos. Notas y entrevistas ocuparán en ella su lugar junto al espacio didáctico y formativo a cargo de los principales especialistas. Será además, como lo muestra esta primera entrega, un ámbito de expresión y de aporte para los más destacados maestros y maestras del país en la disciplina y, sobre todo, una herramienta que acerque las complejidades y la belleza del ajedrez al lector.