País neutral o Buenos Aires: la Federación Internacional de Tenis (FIT) adelantó para hoy la decisión acerca de dónde jugar la serie de Copa Davis que medirá a Israel con Argentina el mes próximo. “Tenemos listo el informe, y por cuestiones operativas no conviene demorar la decisión”, explicó Juan Margets, vicepresidente ejecutivo de la FIT.

El informe al que se refiere Margets es un cuidadoso y detallado reporte del Control Risks Group, una empresa británica que asesora a varias de las mayores compañías y organizaciones del mundo acerca de cómo proceder en zonas conflictivas. Tel Aviv, la sede original del choque de Copa Davis, sin dudas lo es.

Originalmente prevista para el lunes próximo, la teleconferencia del comité de Copa Davis debe resolver el problema que se plantea con la serie de reclasificación para el Grupo Mundial que se jugará del 12 al 14 de septiembre. Impactada por la escalada bélica, la FIT tiene una compleja decisión en sus manos y aprovechará la tregua de 72 horas en la zona para resolver qué hacer. Margets, que preside el comité de Copa Davis de la FIT, está de vacaciones en España, pero sabe que el descanso es relativo. A la pregunta de si es seguro jugar en Israel, los israelíes responden que sí, los argentinos plantean que no y la FIT prefiere evitar problemas. La ATP ya anunció el lunes la suspensión del torneo de Tel Aviv, que debía disputarse del 15 al 21 de septiembre tras 18 años de ausencia del calendario.

Israel mantiene su intención de ser sede de la serie de la Davis en el centro nacional de tenis de Ramat Hasharon, en las afueras de Tel Aviv, pero podría ceder planteando diversas sedes neutrales.

Según el Jerusalem Post, las opciones presentadas por la Federación Israelí de Tenis (ITA) ante la presión de la FIT son cuatro: Nueva York y Delray Beach, en Estados Unidos, Cracovia, en Polonia, y Tallin, en Estonia.

“Si la sede alternativa que presenta el equipo local no ofrece riesgos, la propuesta tiene una fuerza importante”, explicó Margets a DPA. “Pero la postura actual de Israel es jugar en casa”, añadió. Fuentes conocedoras del ida y vuelta entre Israel, Argentina y la FIT aseguraron a DPA que los sudamericanos ya apuestan claramente a ser sede del choque. Lo hicieron en mails informales, no oficiales, “pero su interés está claro”, señalaron las fuentes.

Un cambio de sede que convierta en visitante al equipo inicialmente local no es novedad en la Davis: ya la sucedió varias veces a Pakistán, siempre forzado por la FIT. Si la FIT decidiera quitarle la sede a Israel y jugar en un país neutral o en la misma Argentina, los israelíes tendrían la posibilidad de apelar al consejo ejecutivo de la FIT. “No hay un plazo límite para definir esa apelación, pero no debería ir más allá de las 72 horas”, aseguró Margets.

El comité de Copa Davis de la ITF está integrado por siete miembros, entre ellos el argentino Armando Cervone. Los otros integrantes son de Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Australia, Serbia, y Margets por España. El reglamento no contempla la posibilidad de un desempate en la votación. Si ese empate se diera por circunstancias inusuales, el comité constitucional de la ITF debería decidir, pero el español confía en llegar a una solución previa y menos dificultosa.

La FIT puede forzar a cualquier país a jugar en una sede neutral, pero entonces debe asumir los costos organizativos. Si Israel opta voluntariamente por ser sede en un país neutral, seguiría corriendo con los gastos de la organización, aunque no obtendría los mismos beneficios por patrocinios y venta de entradas que jugando en casa. Así, el destino de la serie se decidirá en conversaciones entre la noche cerrada del invierno australiano, la mañana argentina y estadounidense y la tarde europea, una teleconferencia que se perfila extensa y que no ofrecerá resultados hasta unas horas después de iniciarse.