El entrenador de San Lorenzo, Edgardo Bauza, asumió ayer “la realidad” de tener que “armar un equipo nuevo” frente a las bajas que sufrió el plantel que se consagró campeón de la Copa Libertadores. Antes de partir rumbo al Vaticano para ofrecerle el trofeo sudamericano al papa Francisco, el técnico admitió que la pérdida de jugadores “complica” los objetivos deportivos venideros, y hasta especuló con que “quizás haya alguna más” antes que cierre el libro de pases en Europa, el próximo 30 de agosto.

De los jugadores consagrados campeones el miércoles pasado, el conjunto de Boedo ya no cuenta con Angel Correa (en recuperación de un problema cardíaco tras ser vendido a Atlético Madrid); Ignacio Piatti (Montreal Impact de Canadá), Leandro Romagnoli (Bahía de Brasil), Santiago Gentiletti (Lazio de Italia), Germán Voboril (Racing) y Cristian Alvarez (Rayo Vallecano de España).

“Del equipo que empezó en la Copa hay cuatro jugadores titulares menos, todos importantes. Entre Angelito (Correa) y Piatti se nos fueron 20 goles”, lamentó el rosarino en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. “Vamos a trabajar mucho para armar un equipo nuevo, ésa es la realidad. Tenemos que esperar que el equipo se acomode para hacer un buen torneo. Plantel hay”, dijo Bauza, tras la derrota con Racing en la primera presentación por el campeonato.

“Este equipo demostró que tiene mucha hambre de gloria, nos vamos a matar para tratar de hacer un buen torneo”, prometió Bauza, antes de embarcar un vuelo con destino a Roma junto con el manager del club, Bernardo Romeo, y los futbolistas Julio Buffarini y Juan Mercier.

El técnico negó que la reciente obtención de la Copa Libertadores haya relajado a sus futbolistas para disputar el clásico en Avellaneda, como también que el logro alcanzado cambie su consideración como entrenador. “Soy el mismo entrenador que empezó la Copa y si la hubiésemos perdido, como técnico me habría sentido frustrado pero igual... No creo que sea mejor por haberla ganado”, opinó. Posteriormente, Bauza confirmó que se reincorporará a la práctica del viernes, al regreso de Europa, para continuar con la preparación del partido con Banfield, el domingo próximo a las 15.15 en el Nuevo Gasómetro.

Sobre la experiencia de conocer al Sumo Pontífice, el técnico se mostró entusiasmado por tratarse de la primera vez que se encontrará con él. “Como creyente y católico poder estar con una figura como el Papa es algo que me genera mucha ilusión. Mucha gente volvió a creer en la Iglesia gracias a Francisco, que entrega un mensaje de paz y unión con mucho contagio a nivel mundial”, consideró.

La delegación, que se completará hoy con el viaje del presidente, Matías Lammens, y el vicepresidente primero, Marcelo Tinelli, en un vuelo privado, se entrevistará mañana con el Papa. Por segunda vez, el club de Boedo le ofrecerá un trofeo a Su Santidad, ya que en diciembre pasado también lo hizo con la Copa del torneo Inicial 2013, lograda en el estadio de Vélez.