Los pilotos de la Fórmula 1 mostraron su apoyo al francés Jules Bianchi, accidentado gravemente el domingo en el Grand Prix de Japón, y pidieron estudiar nuevas medidas de seguridad. Fernando Alonso aseguró en Sochi, donde el domingo se disputa el primer Grand Prix de Rusia, que Bianchi estará presente en la mente de todos los pilotos. “Correremos también por él”, subrayó el doble campeón mundial. “Fue una verdadera catástrofe”, opinó el actual campeón mundial, Sebastian Vettel.

“Es difícil encontrar las palabras adecuadas”, dijo el alemán Adrian Sutil, que presenció el impacto al salirse de la pista en el mismo lugar una vuelta antes que Bianchi. El francés chocó luego con su Marussia a toda velocidad con la grúa que intentaba retirar el Sauber de Sutil. “Intentamos ser lo suficientemente profesionales, pero nos afectó a todos”, agregó el alemán. Todos los coches lucirán una calcomanía con el número 17 del francés y las palabras: “Todos estamos con Jules”.

Bianchi sigue luchando por su vida en un hospital japonés, en Yokkaichi, mientras el estadounidense Alexander Rossi ocupará este fin de semana el puesto del francés, en lo que supone su debut en la máxima categoría.

Ante la violencia del golpe sufrido por Bianchi, los pilotos de la Fórmula 1 pidieron estudiar la opción de cerrar con una cúpula los habitáculos para mejorar la seguridad. “Podría ser una opción”, dijo el brasileño Felipe Massa, quien hace cinco años, aún en Ferrari, se accidentó en Hungría al golpearle en el casco una pieza de metal del auto que lo precedía. “Estamos en 2014. ¿Por qué no se debería reflexionar sobre esto? Todos los graves accidentes del pasado reciente en el automovilismo ocasionaron lesiones en la cabeza”, dijo Alonso.

Vettel subrayó que consideraba esta cuestión con “sentimientos encontrados”, pues el habitáculo abierto es una de las características especiales de la Fórmula 1. “Pero hay motivos suficientes para ocuparse en el futuro sobre ‘cockpits’ cerrados”, agregó.

La Fórmula 1 había descartado el uso potencial de habitáculos cerrados porque los equipos tenían dudas sobre los efectos estéticos que podrían tener las estructuras de protección que se proponían.

Alonso recordó el accidente múltiple ocurrido en la largada del GP de Bélgica en 2012 como ejemplo de un desenlace afortunado que demostró la necesidad de una mayor protección para la cabeza. “Probablemente pude morir en la primera curva si el otro coche (el Lotus de Romain Grosjean) hubiera pasado diez centímetros más cerca de mi cabeza. Si está la tecnología y la posibilidad de usarla, no deberíamos descartarlo.”