El buen momento de Independiente en el campeonato de Primera División se vio empañado en los últimos días con la particular situación de Federico Insúa, quien el último jueves fue desplazado del plantel profesional para pasar a entrenarse con la reserva por haber depositado un cheque del club que la dirigencia liderada por el presidente de la institución de Avellaneda, Hugo Moyano, pretendía que no lo hiciera efectivo. “El problema no fue futbolístico”, descartó ayer el Pocho y aclaró los detalles de su marginamiento: “Acá hubo una bajada de línea”.

“Mi momento futbolístico es bueno. Si bien acepto que no tenía la continuidad de otro tiempo, estaba en un momento para poder participar. No es normal para un jugador que te lleven siempre al banco y no te pongan ni un minuto”, descontó ayer Insúa, quien sólo jugó diez minutos en once partidos por orden de la dirigencia al entrenador Jorge Almirón por motivos puramente económicos, ya que el club demoraba desde agosto el pago de una deuda que tenía con el ex Vélez, Boca y Argentinos.

“Me manejé con buena predisposición –aseguró ayer Insúa–. Cada vez que se venció el cheque pedí que me lo cambiaran, y ellos aceptaron. Mientras tanto, seguíamos negociando y yo decidí bajar una cifra considerable de mi contrato, por la situación económica que vive el club, aunque ahora está mejor. La negociación duró 70 días, lo único que yo hice fue depositar el cheque que me debían desde agosto.” Además, el volante de 34 años aseguró que no depositó el cheque adeudado porque no era considerado por el entrenador (“estoy muy feliz en Independiente”), sino que, ante el “diálogo poco fluido”, lo hizo “pensando que estaba todo bien”.

“No tengo bronca ni estoy sorprendido, era algo que podía pasar”, agregó Insúa en diálogo con radio América, para referirse luego al rol de Almirón, con quien no discutió su salida del plantel. “Me comunicaron la decisión por teléfono y no fue él. Una cabeza de grupo no puede manejarse de esa manera. Tendría que haber marcado el terreno, él es el entrenador. Cada uno tiene una función dentro del club. Llevo 17 años en planteles profesionales y jugué en todos lados. Me dirigió (César) Menotti, (Marcelo) Bielsa, (Américo) Gallego, (Alfio) Basile”, mencionó Insúa, y concluyó: “Las cosas, para hacerlas sanas y naturales, hay que hablarlas”.

A su vez, el defensor Julián Velázquez dio ayer por caída la negociación para renovar su contrato y le apuntó directamente al presidente: “Moyano me bajó el pulgar”. “La renovación de mi contrato iba muy bien, estaba todo acordado de palabra con Jorge Damiani (secretario deportivo), pero de un día para el otro se cayó porque Moyano me bajó el pulgar”, aseguró ayer Velázquez en diálogo con TyC Sports después de recibir el alta por la lesión de ligamentos y meniscos de la rodilla derecha que sufriera en marzo. El joven de 23 años dijo estar “un poco triste” por su salida del club, ya que “lo que más quería” era continuar su carrera en Independiente y destacó su vuelta al club en 2012: “Si hubiese querido, seguía en Italia (Genoa), porque el DT me quería y me iba a tener en cuenta”.