Lo copió con carbónico. Como el domingo pasado en Rafaela, River jugó ayer el mismo partido ante Estudiantes en La Plata, en el encuentro de ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Hasta el resultado, 2-1, fue igual. El primer tiempo fue dominado y lo terminó perdiendo, pero en la segunda parte llegó rápido al empate y luego lo dio vuelta casi sin esforzarse.

Con una cancha rápida, pero en excelente estado, el partido tomó un ritmo intenso, con una veloz circulación en el centro del campo. El que mejor se adaptó al campo pareció ser Estudiantes, que mostró muchísima dinámica en el medio para complicar a su rival. Además, presionó bien arriba, con Vera y Carrillo como primeros defensores. Así se impuso en el desarrollo del juego, aunque sin tener llegadas claras frente a Barovero.

Del otro lado, River no tenía el caudal de juego habitual, con sus volantes neutralizados. Apenas Carlos Sánchez, con su dinámica, equiparaba la intensidad de sus colegas platenses. Por eso, la pelota les llegaba poco a Mora y Teo Gutiérrez, bastante aislados adelante. Para colmo, Pisculichi tomaba muy poco contacto con la pelota. De esa manera, el arco de Navarro le quedaba muy lejos.

Con Estudiantes empezando a ejercer el dominio del trámite, llegó la primera polémica de la serie: Vera se escapó por la derecha y envió un centro al segundo palo, donde Román Martínez y Barovero llegaron a disputar el balón. En vez de ir con las manos y el cuerpo, el arquero fue con los pies, lo que motivó un contacto con el tobillo del volante rival cuando despejó el balón. Mientras todo Estudiantes pedía penal, Martínez tenía que abandonar el campo con un traumatismo en la pierna.

Con el picante de esa situación, el juego siguió por los mismos carriles. Estudiantes continuó con su presión, aunque sin llegar con mucho peligro, mientras que River quedaba limitado a acertar algún contragolpe. De esa forma, el local tuvo su chance más clara con un despeje fallido de Funes Mori que Barovero tapó con esfuerzo. Del otro lado, una entrada de Mora por arriba fue lo más claro. Pero cuando se acababa la primera mitad, Funes Mori se demoró en la salida, enganchó hacia adentro y Vera le robó la pelota, para irse directo a vencer a Barovero con un remate potente. Era justo por lo mostrado por ambos.

Sin embargo, como ante Rafaela, River no necesitó jugar bien ni mucho tiempo para lograr la igualdad. Esta vez combinaron bien por la derecha Mercado y Sánchez, que envió un centro perfecto para que Mora venciera a Navarro con un cabezazo. Y como en Santa Fe, el equipo de Gallardo creció tras el gol, ante un rival ya desgastado y golpeado. Entonces, Teo Gutiérrez y Pisculichi aparecieron con sendos remates peligrosos –el primero lo tapó Navarro, el otro salió apenas afuera–.

Con el trámite ya revertido, River fue en busca del triunfo. Y tras una gran maniobra colectiva entre Gutiérrez y Sánchez, Schunke venció a su arquero con un cabezazo desafortunado. Así River copió hasta el resultado de su triunfo en Rafaela.