Mié 10.12.2014

DEPORTES  › FUTBOL LA POLíTICA CALA HONDO EN LA ESTRUCTURA DEL FúTBOL NACIONAL

Una AFA llena de opositores

Tras la muerte de Grondona, la mayoría de los dirigentes que colonizaron el Comité Ejecutivo tienen vínculos con el radicalismo, el PRO, el Frente Renovador y el sindicalismo opositor. Con ellos deberá lidiar el Estado, propietario de los derechos televisivos, en el año electoral.

› Por Gustavo Veiga

De a poco y como si nadie lo hubiera advertido, la AFA o el Comité Ejecutivo de la AFA –responsable de administrar al fútbol argentino– empezó a transformarse en un polo de distintas expresiones políticas, casi todas ellas opositoras al gobierno nacional. Los clubes más poderosos fueron colonizados por funcionarios, sindicalistas, militantes y simpatizantes con demasiado poder y presencia en el PRO, la CGT que conduce Hugo Moyano y el radicalismo. También hay referentes del Frente Renovador de Sergio Massa en otras instituciones. O dirigentes provinciales que acompañan a Mauricio Macri en el orden nacional y que comienzan a aparecer en cargos relevantes. El Estado, propietario de los derechos televisivos del Fútbol para Todos, deberá lidiar en un año electoral con este espacio de voces críticas que, aun no siendo uniformes, pueden convertir a la AFA en una asociación ingobernable donde queda un puñado de directivos que integran el grondonismo residual.

La tentación de afirmarlo es lógica, aun a riesgo de plantear una hipótesis sin respuesta contundente: el poder del fútbol se derechizó, es cierto, pero más cierto es que se derechizó porque se eligió para gobernar la AFA a Luis Segura, presidente en uso de licencia de Argentinos Juniors que respondía en los asuntos internos del club a Carlos Suárez Mason cuando era un símbolo siniestro de la última dictadura militar.

Casi nadie reparó en semejante detalle, ni en el fútbol, ni en la política que debería controlarlo. Segura lidera, por ahora, a ese grupo de dirigentes identificado con Julio Grondona, tan funcional al régimen militar que gobernó entre 1976 y 1983 como él mismo lo fue desde la institución de La Paternal. Fue su vicepresidente –no era un cargo menor– cuando la conducía el suboficial del ejército Próspero Cónsoli entre 1979 y 1981. Un títere del genocida que se hacía llamar el señor Suárez, a secas, ya entrada la democracia.

Daniel Angelici, un radical PRO, presidirá Boca hasta diciembre de 2015 bajo la tutela de Macri. El jefe de Gobierno porteño ya bendijo a un reemplazante, por si los malos resultados deportivos terminan eyectando al empresario de los juegos de azar. Es José Beraldi, su ex vicepresidente.

Raúl Gámez, un radical más inclasificable que Angelici, pero muy crítico del gobierno nacional, fue candidato a diputado porteño por Unen en los últimos comicios, aunque elogió a Massa, de quien dijo que está para “cosas mayores”. “Pistola”, como lo llaman, acaba de ser elegido presidente de Vélez y ya salió con los botines de punta contra la AFA. Anunció que su club se negará a disputar un partido con Boca para definir cuál de los dos se clasificará para la próxima edición de la Copa Libertadores.

El camionero Hugo Moyano gobierna Independiente al frente de una Entente Cordiale donde se destaca el vicepresidente 1º de la Legislatura, Cristian Ritondo, como vocal. Es precandidato a jefe de Gobierno porteño por el PRO y ya está en campaña. El club de Avellaneda, que en el pasado fue conducido por socialistas, comunistas y radicales como el propio Grondona, modelo de desarrollo social hasta la década del ’80, ya no es lo que era.

En River se gobierna, según el diputado macrista y asambleísta del club Ricardo Forchieri, con “la filosofía del PRO. Y es más: la campaña que hicimos en River fue al estilo PRO, estando cerca de los socios...”, dijo después de que Rodolfo D’Onofrio ganara las elecciones en la institución. Varios referentes de esa fuerza derechista han ido ocupando espacios en Núñez, lo que no pasa inadvertido como dato político.

El diputado porteño José Luis Acevedo, psicólogo y defensor del socio; Guillermo Cascio, secretario general de River y ex gerente general del Banco Ciudad; Eugenio Burzaco, vocal titular a cargo del departamento de Seguridad y ex jefe de la Policía Metropolitana; Fernando De Andreis, asambleísta y presidente del Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires; Ignacio Villarroel, vocal titular, coordinador del PRO en Entre Ríos y abogado del partido; Adrián Varela, vocal titular y hombre cercano a Diego Santilli, el senador nacional y mentor de esta movida del PRO en River; Alberto Orlandoni, asambleísta y controlador de faltas porteño, y el propio Forchieri, forman casi un equipo de fútbol.

En San Lorenzo es imposible soslayar una cuestión de peso: Marcelo Tinelli quedó enfrentado con el gobierno nacional después de que había sido elegido para producir las transmisiones de Fútbol para Todos y sobre la marcha lo desplazaron desde la Casa Rosada. A eso hay que sumarle el coqueteo político con el PRO que se le atribuye al presidente Matías Lammens.

Queda Racing entre los clubes de mayor convocatoria como el más cercano al kirchnerismo, aunque su presidente, Víctor Blanco, con el instinto de supervivencia que caracteriza a los empresarios para acomodarse a los vientos políticos, no se pronuncie. El ministro de Justicia, Julio Alak, un declarado hincha de Racing, tiene buena llegada al dirigente y propietario del tradicional Hotel Savoy.

Al presidente de Olimpo, Alfredo Dagna, lo tentó el PRO para que fuera su candidato a intendente en Bahía Blanca. La respuesta fue negativa y prefirió refugiarse en el club y en la Secretaría de Relaciones Internacionales del Comité Ejecutivo de la AFA. El Frente Renovador tiene su bastión en Tigre con el presidente Rodrigo Molinos, quien a su vez encabeza el bloque de concejales del partido que responde a la fuerza de Massa.

Aunque no integra el Comité Ejecutivo, pero sí gobierna a todo el fútbol del interior (217 ligas, 3000 clubes y 400 mil jugadores), Jorge Fernández, un dirigente de Mar del Plata, ocupa un cargo relevante en la estructura de la AFA: preside el Consejo Federal. Una versión no confirmada le atribuye a Angelici su llegada a ese espacio que Julio Grondona nunca descuidó mientras se mantuvo en el poder. Bartolomé Abdala preside la Liga de Fútbol de San Luis. Es diputado provincial por Propuesta Republicana, la fuerza que lidera Macri en el orden nacional y acaba de sumarse al Comité Ejecutivo por el torneo federal A.

Los casos explicados a modo de ejemplos sirven para sostener la hipótesis de cómo una mayoría por ahora silenciosa y disciplinada detrás de Segura ha ido ocupando espacios en la estructura que gobierna al fútbol. Como también podría afirmarse que el gobierno nacional tiene a sus principales aliados entre un par de clubes de la zona sur del Gran Buenos Aires. Quilmes lo preside el senador Aníbal Fernández, y a Banfield, el dirigente Eduardo Spinosa, un hombre cercano al vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto. Un año electoral como 2015 servirá de evidencia para determinar cómo la política y el fútbol pueden transitar por la misma vía o descarrilar. En octubre se votará primero un presidente para la AFA y pocos días después otro presidente para el país.

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