A doce días de la largada en Plaza de Mayo, los equipos que tomarán parte de este séptimo Dakar sudamericano apuran los preparativos. Escuadra debutante en el terreno, Peugeot terminó sus ensayos de último momento en Marruecos con sus 2008 DKR y uno de sus pilotos, el español Carlos Sainz, ganador en 2010, afirmó que viene a correr con la intención de ganar. “Obvio, de lo contrario no iría.”

“No hemos podido hacer una carrera o prueba alguna contra otros coches para saber dónde estamos parados”, señaló el español, quien tendrá como compañeros a los franceses Stephane Peterhansel, máximo ganador de la historia del Dakar, con once victorias, y Cyril Despres, que este año debuta en auto tras haber ganado cinco ediciones del Dakar sobre motos.

“Creo que podemos ir bien. Vamos a intentar ganar; eso es obvio. Si no, no iríamos al Dakar”, insistió Sainz. “Habrá etapas en las que nuestras opciones serán prácticamente nulas y otras en las que será al contrario. En el Dakar la sorpresa puede llegar en cualquier momento”, agregó.

“Hasta hace prácticamente quince días hemos estado haciendo pruebas. El equipo ha puesto toda la carne en el asador para que este proyecto tenga el mejor de los éxitos. Que Peugeot vuelva al mundo del deporte es una gran noticia con todo lo que el mundo del motor ha sufrido en los últimos años, y nosotros trataremos de compensar esta confianza depositada en nosotros. He peleado muchas veces en los rallies contra Peugeot y sé que cuando va a una competencia es para tratar de ganar”, dijo Sainz.

El principal candidato a la victoria en el Dakar es el equipo Mini, que viene con el triunfador 2014, Nani Roma, el qatarí Na-sser Al Attiyah, el polaco Krzystof Holowczyc y el mendocino Orly Terranova. Sainz cree que Mini es “el equipo a batir” en el Dakar. “Tienen coches de cuatro ruedas motrices y han ganado la carrera en las últimas tres ediciones”, precisó.