Tres días atrás, cuando el Dakar era todavía un monstruo dormido, todo eran sonrisas en la Plaza de Mayo. Pero el monstruo tardó poco en despertar, un par de días apenas. El lunes amenazó con temperaturas cercanas a los 50º que dejaron a más de 60 participantes fuera de combate, algunos con fracturas, como el francés Laurent Moulin, o serias lesiones, como el pergaminense Gustavo Bassi. Ayer atacó mortalmente. El motociclista polaco Michal Hernik, de 39 años, falleció en la cuesta de Miranda, en La Rioja, sin muestras aparentes de accidente, para convertirse en el 24º competidor en morir desde la primera edición del Dakar, en 1979. Se trata del quinto deceso desde que el Dakar se disputa en tierras sudamericanas, a partir de 2009.

“El 6 de enero de 2015 murió Michal Hernik, piloto polaco Nº 82, quien fue encontrado sin vida en el km 206 de la tercera etapa entre San Juan y Chilecito (en el oeste de Argentina). Las circunstancias de su muerte aún no fueron determinadas. El participante no presentaba ningún signo de accidente”, anunció un comunicado de los organizadores. “Un helicóptero sanitario localizó al piloto a 300 metros de la carretera a las 16h03 locales. El médico a bordo constató la muerte del polaco, de 39 años”, añadió el parte.

Hernik participaba por primera vez en el Rally Dakar y ocupaba el 84º puesto de la clasificación general. “Prepararme para el Dakar me tomó dos años, pero no sé qué me espera durante el rally”, contaba el polaco antes de largar, según la página oficial de la prueba, dakar.com. Había acumulado breves experiencias en Marruecos y Abu Dhabi. “Siendo amateur, mi objetivo será completar el rally cualquiera sea la posición. Eso sería nuestro suceso. Nuestro punto más débil seguramente será manejar las emociones y el estrés de tamaño acontecimiento.”

El director del Dakar, Etienne Lavigne, y el director de relaciones exteriores, Gregory Murac, lamentaron el fallecimiento de Hernik. “Como no teníamos noticias de Michal decidimos comenzar a buscarlo y el helicóptero médico lo localizó a las 16.03. Si bien los médicos intentaron reanimarlo, el cuerpo yacía sin vida junto a su moto”, afirmó Lavigne. Murac agregó: “El piloto fue hallado a 300 metros de la ruta sin su casco y la causa ya fue derivada a la Justicia argentina”.

Según el comunicado, la organización constató la pérdida de la señal de radio del piloto polaco a las 14.37, y se informó a las 15.16 que no había llegado a la meta del especial; por lo tanto, a las 15.23 decidió disponer la búsqueda aérea del motociclista extraviado, al que se encontró 40 minutos después ya sin vida.

“Quedé helado al enterarme, esto es una fiesta, no es para que venga a morirse nadie, es de locos”, afirmó Bernardo Graue, el navegante de Orlando Terranova, poco después de ganar la etapa. “No hizo el calor de ayer (por el lunes), pero los pilotos de motos vienen muy cansados, los veíamos al pasarlos que estaban destrozados, hubo uno que se cayó delante nuestro y no lo pisamos de casualidad.”

Los integrantes del equipo KTM Farma Prom, que integraba el fallecido Hernik, se lamentaron entre lágrimas en el campamento de Chilecito. Con la moto estacionada de su compañero y amigo Pawel Stasiaczek, los integrantes de este equipo satélite de la marca KTM se encontraban consternados con la noticia. Mientras el resto de los pilotos se alistaban para pasar la noche y preparar el cruce de la Cordillera de los Andes, el equipo Farma Prom no encontraba consuelo y los abrazos eran el único remanso para la dolorosa pérdida.

El fallecido Hernik y Stasiaczek tenían el sueño de vivir juntos la experiencia de un Dakar y se habían preparado para esta edición 2015. Vestidos de rojo y blanco, sus colores patrios, ambos recorrieron juntos la avenida Rivadavia después de bajar de la rampa de largada, el sábado pasado, saludando a los fanáticos.

En total, 64 personas han muerto en 37 ediciones del Dakar, en tanto la de 2008 fue anulada por una amenaza terrorista. El 14 de enero de 1986 cayó el helicóptero que transportaba al creador de la prueba, Thierry Sabine, que falleció instantáneamente. La edición de 1988, cuando todavía se corría en Africa como París-Dakar, fue la más cruenta con ocho muertos. Solamente siete ediciones de la carrera finalizaron sin fatalidades.