Atrás quedaron las quejas por un partido que Vélez consideró que no debía jugar por sentirse ya clasificado a la Copa Libertadores, a partir de contar con mejor diferencia de gol en la tabla general de la temporada pasada. Sin embargo, la AFA no le dio lugar al pedido del presidente Raúl Gámez y hoy rodará la pelota para definir quién se clasifica al próximo torneo continental, si Boca o Vélez. El equipo de Rodolfo Arruabarrena, en caso de perder, todavía tendría el partido de repechaje contra Independiente del Valle. Mientras que si Boca gana, Estudiantes será el que juegue el partido contra los ecuatorianos. En caso de empate se jugarán 30 minutos suplementarios y si persiste la igualdad habrá penales. El empate 2-2 en el amistoso de verano de la semana pasada sirve poco para el análisis. Ni los jugadores ni la importancia del juego lo constituyen como un antecedente que sirva para la comparación. Tan importante es este encuentro para el entrenador de Boca que se arriesgó a poner suplentes contra River, a pesar de que su equipo no le había ganado a su eterno rival en ninguno de los ocho partidos del año pasado. La apuesta le salió bien y salió fortalecido.

Ahora necesita sortear el partido más importante del verano, como él lo definió, para que todo salga según lo planeado. Para eso, confía poder tener la posesión de la pelota, lo que considera el punto que “hace fuerte” a sus dirigidos. Federico Carrizo, de gran partido ante River, le ganó la pulseada a Andrés Chávez y Guillermo Burdisso será el compañero de la zaga de Daniel Díaz, según lo confirmó el director técnico. De esta forma, ninguno de los refuerzos estará desde el inicio.

Por el conjunto de Liniers serán titulares los refuerzos más experimentados. Hernán Pellerano en el fondo, Leandro Somoza en el mediocampo y Mariano Pavone en la delantera. Finalmente, el DT Miguel Russo se inclinará por Milton Caraglio para acompañar al ex Estudiantes en la ofensiva. La experiencia y los dos goles contra Boca terminaron de inclinar la balanza a su favor. De esta forma, el juvenil Alan Arario se quedará en el banco y Vélez jugará con dos centrodelanteros. El equipo lucirá una camiseta Topper con un logo homenaje a los 105 años del club.

“Nosotros no estamos para jugar con bronca ni para hacer justicia. Entiendo al hincha, pero nosotros debemos hacer las cosa lo mejor posible”, dijo Russo, quien, como DT de Boca, conquistó la Copa Libertadores en 2007. También consideró que es muy difícil llegar al primer partido oficial al ciento por ciento. Lo concreto es que para ambos ya no es tiempo de lamentos.