Está claro que César Menotti y Marcelo Bielsa no tienen mayores coincidencias en cuanto a cómo debiera jugarse. Sin embargo, hay en general ciertas vocaciones ofensivas –aun con algunas diferencias, a veces importantes– en los equipos que han tenido a su cargo que no alcanzan para considerar a uno antagónico respecto del otro.

Muchas veces, y no específicamente en lo que hace a la manera de jugar, la confluencia se da en algunos mensajes, en general tendientes a adecentar lo que rodea más que al juego a algunos personajes que lo merodean.

Menotti insiste en que quienes desde la comunicación no saben o no entienden de fútbol, se empecinan en hacer hincapié en disquisiciones tácticas que siempre las estrategias se encargan de desvirtuar.

Días atrás, todavía no tranquilizadas del todo las repercusiones del chisporroteo entre Marcelo Bielsa y algunos periodistas franceses por la discontinuidad del brasileño Matheus Doria Macedo en el primer equipo del Olympique de Marsella, el entrenador argentino reflexionó con su habitual contundencia: “Salvo algunas plumas, el periodismo lo único que enseñó fue geometría: 4-3-3, 4-3-1-2 y demás números”.