A menos de diez días de presentarse en el ATP 250 de Buenos Aires, donde disputará los torneos de singles y de dobles (junto al tandilense Juan Mónaco), el español Rafael Nadal aseguró ayer que actualmente no tiene problemas físicos, pero admitió que todavía no está en su mejor nivel tras un inicio de temporada con menos partidos jugados de los que esperaba.

“Vengo de perder en cuartos en Australia, fui eliminado en la primera ronda en Doha y llevo siete meses jugando muy pocos partidos. ‘Pletórico’ está lejos de ser la palabra adecuada para definir el nivel en que estoy, pero estoy trabajando fuerte para recuperar mi mejor nivel”, expresó Nadal en Río de Janeiro, donde jugará su primer torneo de la temporada sobre polvo de ladrillo, la superficie sobre la que más éxitos consiguió.

Pese a las numerosas lesiones que lo aquejaron desde 2012, el 14 veces ganador de Grand Slam no considera que su físico se haya convertido en un “rival” más a superar en su carrera. “Yo no considero al físico como a un rival”, dijo el número tres del mundo, quien en mayo buscará su décimo título en Roland Garros. “El físico me ha ayudado mucho en toda mi carrera, me ayudó a estar donde estoy y confío en que me siga acompañando hasta donde sea posible, para seguir compitiendo bien y tener condiciones de hacer lo que me gusta. Si no estás bien físicamente, esto es imposible, porque no tenés la continuidad ni la confianza para competir”, agregó el tenista de 28 años en una rueda de prensa.

Según Nadal, además de la falta de ritmo de juego, su gran rival en Río será el intenso calor del verano, que este año mantiene la temperatura siempre por encima de los 30 grados y la sensación térmica cerca de los 40 grados. “A cualquiera el calor que está haciendo le afecta, y con estas condiciones extremas es muy complicado”, expresó Nadal, quien debutará el martes en el torneo carioca. “Si no bajan las temperaturas de aquí hasta el martes, habrá que sufrir e intentar hacer las cosas lo mejor posible”, agregó.

Al ser indagado sobre la posibilidad de jugar la final con su compatriota David Ferrer, Nadal aseguró que no piensa en la posibilidad de ganar su segundo título en Río: “No tengo expectativas ante una final con Ferrer, mi expectativa es frente al partido del martes, que se jugará en condiciones extremas”. “Además, los adversarios son peligrosos, disputaron los torneos de Quito y San Pablo, mientras que yo no jugué. Ahora estoy bien físicamente. Intentaré estar listo para tener buenas posibilidades, y después del martes veremos lo que pasa”, expresó.

Antes de su debut en Río, Nadal participará con Ferrer y con el ex tenista brasileño Guga Kuerten en el desfile de la escuela de samba Unidos do Viradouro, que se presentará mañana. Nadal aseguró que la cita no afectará su desempeño sobre la cancha del Jockey Club de Río de Janeiro. “El Carnaval no afecta para bien ni para mal. Le agradezco al torneo la oportunidad de poder vivir este momento. Es algo único, muy especial. A la distancia se ve el Carnaval de Brasil como uno de los eventos más especiales del mundo, así que para mí es un placer y una ilusión”, concluyó.