Con esa combinación tan particular de convicciones y arbitrariedad que caracterizan a Carlos Bianchi, el técnico de Boca esperó primero encaminar el partido ante Rafaela para después sí atender al pedido popular de ingreso del esperado, de Carlos Tevez. Es que a pesar de todas las situaciones de gol desaprovechadas en el primer tiempo, creyó en su esquema de ocasión, con mucha responsabilidad puesta sobre los juveniles hombros de Franco Cángele. Y también reafirmó su confianza en jugadores que no andaban bien, como Matías Donnet, uno de los más resistidos por la hinchada. Y una vez más, le salió bien. Redondo, le salió: el ex Unión hizo los dos goles y él lo sacó sobre el final para que lo aplaudieran...
Así, el “capricho” de no poner a Tevez de salida le sirvió para demostrar que su equipo no depende exclusivamente de él.
Pero además, Bianchi se ayuda a sí mismo pero, también, liga. No es un dato menor que a tres días de recibir al complicado Banfield el equipo de Falcioni se caiga ante Arsenal y ya no llegue a La Bombonera a tres puntos sino a seis y sin “Garrafa” Sánchez. Por todo esto, si Boca gana hará que el campeonato se parezca bastante al que era hasta hace tres fechas, ya que le estaría sacando cinco puntos a Central, seis a San Lorenzo y ocho a Newell’s y Quilmes. Los cuatro puntos que Boca “perdió” con sus empates sucesivos ante Lanús y Talleres aparecen casi licuados en este panorama. Claro que tiene que ganar...
Como escolta, un puesto que cambia semana a semana, asoma ahora el Central del sonriente Miguel Angel Russo, con el buen fútbol de Vitamina Sánchez y compañía, y el gol en la puntería del juvenil Herrera.
Por eso, pocas veces se da un clásico rosarino con la polenta del que se viene, con los dos bien arriba. Este Newell’s de los colombianos copó de visitante con una victoria histórica: hasta el triunfo del sábado, los del Bambino llevaban doce derrotas consecutivas ante Gimnasia en La Plata.
De los otros grandes, San Lorenzo, con orden, algo de fútbol y la inspiración y el profesionalismo demoledor de Acosta, sigue subiendo y está ahí, esperando un tropiezo de arriba. Independiente prolonga los interrogantes pese a la nueva conducción y River levantó pero sólo le sirve para pensar en hacerse fuerte en la Sudamericana. En cuanto a Racing, son cada vez más los que van a ver a los pibes de la Reserva y después, ya que están, se quedan a la Primera. Los que van temprano hablan maravillas de Lisandro López (ya mostró un cachito en Primera).
En cuanto a la violencia, las sanciones están listas pero primero tiene que haber árbitros dispuestos a suspender partidos por incidentes. Por disturbios como los de este domingo en la cancha de Colón ya ha habido suspensiones de partidos, pero el domingo Sequeira no parecía decidido nia insinuar la posibilidad. Acaso se sintió muy condicionado, pensando en lo difícil que podía llegar a ser su salida de Santa Fe si el público, que ya lo consideraba en parte responsable de la derrota, también lo culpaba de una posterior quita de puntos.