El juez Mariano Bergés le dictó ayer la prisión preventiva al vicepresidente de Chacarita, Armando Capriotti, como “presunto organizador de una asociación ilícita dentro del fútbol”, según informaron fuentes tribunalicias. La medida fue adoptada por Bergés, quien había ordenado la detención del dirigente hace dos semanas, cuando Capriotti presenciaba en el estadio del club de San Martín el encuentro entre Chacarita y Banfield. Desde ese momento, el segundo de Luis Barrionuevo en la entidad, a quien además ayer le dictaron un embargo de 100 mil pesos, permanece detenido en la Unidad Penal 2 de Villa Devoto. Sin embargo, según otras fuentes vinculadas al caso, la mira de Bergés está puesta en el senador Barrionuevo.
Capriotti seguramente permanecerá detenido hasta diciembre, ya que el 10 de ese mes se le terminan los fueros parlamentarios al titular de Chacarita, quien entonces quedaría a disposición de la Justicia. La jornada, que no tuvo ayer declarantes ante Bergés (hoy lo harán los entrenadores de Boca y Chacarita, Carlos Bianchi y Néstor Craviotto, y la semana próxima el volante colombiano de los de San Martín, Mauricio Serna), estuvo nutrida de otros elementos que hacen a la violencia en el fútbol en general.
Por ejemplo, el presidente de Los Andes, Vicente Rudi, denunció que “en el último mes” fue secuestrado en dos oportunidades y además las instalaciones del club “fueron atacadas y saqueadas”, casualmente desde que se negó a facilitarle entradas a la barra brava de ese club.
A su vez, fuentes de la investigación que se originó a partir de los incidentes en Boca-Chacarita del 31 de agosto pasado anticiparon que Bergés se mostró “muy ofuscado” por las declaraciones “evasivas” que esta semana ofrecieron el arquero de Boca Roberto Abbondanzieri y su compañero Raúl Cascini (fue acompañado por el “mediático” abogado Fernando Burlando). En consecuencia, no sería extraño que en el mediano plazo ambos futbolistas sean citados para prestar declaración indagatoria por falso testimonio, lo mismo que el jugador de Chacarita Carlos Navarro Montoya.
“Llegó a decir que parecía que le estaban tomando el pelo”, habría dicho Bergés, según revelaron las mismas fuentes, cuando repasó los testimonios de los jugadores, quienes habrían negado hechos que el magistrado considera probados en la causa.
Por su parte, el Comité de Seguridad Deportiva intimó a la AFA para que, a través de su Tribunal de Penas, arbitre los recaudos necesarios para aplicar sanciones por los disturbios ocurridos en el partido entre Colón y River disputado el domingo último. Ese encuentro estuvo suspendido por 17 minutos, luego de que el árbitro Oscar Sequeira expulsara al arquero local Laureano Tombolini por una falta violenta al delantero Fernando Cavenaghi, lo que provocó la ira de la hinchada de Colón.
Además, el organismo dependiente de la Secretaría de Seguridad de la Nación solicitó que se tomaran medidas con el arquero de Atlético Rafaela, Angel Comizzo, quien dijo que “jamás tocaría esos colores”, en referencia a la bandera de Boca. Desde que se comenzaron a implementar los nuevos mecanismos antiviolencia, se tomó por costumbre que los futbolistas de un equipo salgan al campo de juego llevando la bandera de su rival como un acto de buena convivencia. Comizzo, identificado con River, se negó a tomar la enseña boquense cuando su equipo salió a la cancha.