Por lo hecho sobre todo en la segunda parte, en la que aprovechó una ventaja númerica tras la expulsión de Matricardi, Independiente debió haber ganado su partido frente a Argentinos, pero tuvo que conformarse con la igualdad sin goles porque las buenas intervenciones del arquero Ojeda le ahogaron prácticamente todos sus intentos.

Independiente obligado por su gente quiso asfixiar de entrada a Argentinos, intentando presionarlo arriba, pero los de La Paternal parecían estar preparados para aguantar la presión y salir rápido de contraataque. Precisamente, por esa vía estuvo muy cerca de abrir la cuenta Franzoia. El problema del Rojo era que le costaba jugar segura la pelota y por momentos abusaba de los pelotazos, lo que impacientaba a su propia gente.

El equipo de Almirón necesitaba más de Pisano y de Mancuello, para conectar mejor sus líneas. De hecho, cuando Pisano se animó, Riaño terminó mano a mano frente a Ojeda, que lo atoró rápido y no lo dejó rematar. Un rato más tarde, el que desperdició una buena chance fue Albertengo, goleador del Rojo en el torneo, quien no definió bien frente al arco. “Movete, Rojo, movete”, bajaba desde las gradas. El mensaje de los hinchas era implacable.

Independiente logró inclinar la cancha recién en la segunda etapa, cuando se animó a jugar bien la pelota, tratando de sacar a Argentinos de su campo. Ese control terminó de desesperar a los de La Paternal, que comenzaron a cargarse de faltas. Así, a los 58, Matricardi terminó viendo la roja por una fuerte entrada sobre Pisano, de lo mejorcito entre los dirigidos por Almirón.

Pero a pesar de que proponía y se acercaba peligrosamente al arco de Ojeda, a Independiente le faltaba terminar bien sus jugadas. A los 74, Pisano le puso una pelota de gol a Mancuello, que no le pudo pegar bien frente al arco y terminó atajando el arquero de Argentinos.

Los desbordes por la derecha con centros al área era la fórmula que el Rojo repetía. Por ahí nació otra buena chance que tuvo Macuello, quien terminó sacando un lindo remate desde la medialuna que otra vez Ojeda, ya convertido en figura, terminó despejando.

Los últimos diez minutos fueron de los locales, que aprovechando el hombre de más, lograron meter a Argentinos en su propia área. Las oportunidades de gol se apilaban ante un Ojeda que estaba intratable, y cerró su arco para sentenciar la igualdad.