En un flojo partido, con escasas llegadas de peligro, Gimnasia hizo su negocio y le ganó por la mínima diferencia a Vélez un encuentro que se encaminaba al empate. El conjunto dirigido por Pedro Troglio sumó su segunda victoria en fila, la primera en condición de visitante, gracias al tanto de Rodrigo Contreras a siete minutos del final.

El volumen de juego demostrado por ambos equipos en la primera mitad confirmó por qué no logran afianzarse en el torneo. Hubo ganas, piernas fuertes, choques y muchas imprecisiones. El campo de juego, en pésima condiciones por los últimos recitales, colaboró para deslucir, aún más, un encuentro en el que prácticamente no se contabilizaron jugadas de peligro.

Los cabezazos de Caraglio, que siempre que saltó en el área rival terminó ganando, y el empuje de Vegetti fue lo poco que se pudo resaltar.

En la etapa complementaria, Russo mandó el equipo al frente con el ingreso de Correa y Cáseres. El dueño de casa se adelantó algunos metros y arrinconó a Gimnasia, que se defendía bien e intentaba salir rápido de contraataque para aprovechar una defensa que nunca había jugado agrupada. Con la lesión de Pellerano, Cubero jugó de último hombre y el juvenil Tripichio lo hizo de lateral por derecha. Aprovechando los desajustes, Rojas llegó hasta el fondo y mandó un centro, que Vegetti definió mal. El mismo Rojas, que llevó peligro por el carril derecho, también se animó a probar sin suerte. Y luego del aviso llegó la confirmación. Rodrigo Contreras, casi de carambola, pero completamente solo en el área puso el tanto de la victoria cuando el cotejo se esfumaba.

Con la desventaja a cuestas, los de Liniers fueron por el gol que salvara el punto. Y lo consiguieron de la mano de Mariano Pavone. Pero el juez de línea se equivocó y le avisó a Mariano González que había posición adelantada cuando no existía, y el árbitro terminó anulando el tanto.