El laboratorio antidopaje de Río de Janeiro, sede de los Juegos Olímpicos de 2016, debe recuperar la próxima semana en la reunión del organismo en Montreal la acreditación de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que perdió en 2013. “Voy a Canadá muy satisfecho de lo que vi aquí. Estoy seguro de que la AMA, a través de su consejo, vio aquí que todas las exigencias fueron cumplidas”, dijo el ministro brasileño de Deportes, George Hilton, tras visitar las modernas instalaciones ayer. La AMA, único organismo que puede conceder la acreditación pertinente, anunciará su decisión sobre Río en su reunión del próximo miércoles en Montreal. La casi segura reacreditación del Laboratorio Brasileño de Control de Dopaje (LBCD), adscrito a la Universidad Federal UFRJ, fue adelantada en febrero pasado por el Comité Olímpico Internacional (COI).

El LBCD perdió su licencia en 2013 por incumplir las reglas internacionales que rigen este tipo de estructuras. “Lo que pasó fue un desfase tecnológico, mientras que el dopaje se sofisticaba, el laboratorio tenía dificultad de invertir ya que se mantenía con sus propios recursos para adquirir ese nivel”, dijo por su parte Francisco Radle, coordinador del laboratorio. El gobierno brasileño invirtió 134 millones de reales (hoy 44,6 millones de dólares) en las obras del LBCD, según cifras del ministerio de Deportes.

Con la asesoría de los organizadores de los Juegos de Londres 2012, el nuevo laboratorio fue montado con equipos de última generación. El nuevo LBCD “nos coloca en la Liga de Campeones de la lucha del dopaje. Los principales países del mundo tienen un laboratorio (...), es un privilegio extraordinario”, señaló por su parte Marco Aurelio Klein, secretario. De recibir la credencial, el de Brasil se convertiría en el 33º laboratorio autorizado por la AMA, y el tercero en el hemisferio sur, junto a los de Sydney y Johannesburgo.

La AMA realiza con regularidad controles de calidad en esta treintena de laboratorios en todo el mundo, para asegurarse de que no se declaren falsos positivos y de que se informe correctamente cuando se producen resultados anormales. El laboratorio de Río ya había tenido problemas en 2012 y su permiso fue suspendido entonces de manera parcial.