DEPORTES › TENIS EL FUERTE CALOR Y LA FALTA DE LLUVIAS SECARON LAS CANCHAS DEL GRAND SLAM
En esas condiciones, la pelota pica más alto y tiene un comportamiento propio de las canchas de polvo de ladrillo, lo que favorece a argentinos y españoles. Hoy juegan Mayer y Mónaco y se espera una temperatura superior a los 30 grados.
El inusitado calor y la falta de lluvias de los dos primeros días en Wimbledon secaron el césped de las canchas de tal manera que la superficie y las condiciones de juego parecen agradarles a los tenistas tradicionales de polvo de ladrillo. Las canchas, que sólo recibieron algo de agua de riego ante la falta de las típicas lluvias en más de 48 horas, estarán aun más secas hoy, ya que se espera una temperatura record que sobrepase los 30 grados en la catedral del tenis de Londres.
Estas condiciones atípicas generan que los jugadores más habituados al juego sobre polvo de ladrillo, con peloteos de fondo largos y piques de bola alto, puedan sentirse más a gusto en el césped del All England Club. Así lo manifestaron varios jugadores tras la primera ronda del tercer torneo de Grand Slam del año.
El español Rafael Nadal explicó por qué prefiere estas condiciones de sol: “Es lógico que las canchas estén un poco más secas y se vuelven más fáciles para moverse, menos peligrosas y menos resbaladizas”, dijo el especialista en polvo de ladrillo y dos veces campeón en la hierba de Wimbledon. “Es mejor jugar así para las lesiones que cuando hay más humedad o nubes”, completó Nadal.
“Es verdad que en césped las circunstancias cambian cuando hace mucho calor porque el pique es mucho más alto”, dijo Fernando Verdasco, aunque aclaró: “Puedes jugar más así, pero al final esperas un pique más de hierba o la esperas más rápida y a veces puedes fallarla”.
El asunto de los piques es crucial para los especialistas en polvo de ladrillo. Así lo ve el correntino Leonardo Mayer: “La cancha no está tan rápida, los piques son bastante lentos y muy altos. Cuando sacás un kick se levanta la pelota y el slice corre bajo; están buenas las condiciones de las canchas así”, expresó. Según Mayer, número uno de Argentina, “quizás no se sienta tanto la supremacía de un jugador de saque y volea” como tradicionalmente sucede sobre césped.
Juan Mónaco reconoció que se sorprendió con las condiciones, a pesar de haber ganado en sets corridos en su debut: “Yo pensaba que si había sol iba a estar más lento, pero un especialista me dijo que por la dureza se pone más rápida. El pique sí es más alto, pero es rápido a la vez”, comentó el tandilense.
Según el pronóstico de las dos agencias meteorológicas que trabajan para el torneo de Wimbledon (el servicio público británico y una empresa privada francesa), el sur de Londres alcanzará hoy temperaturas de hasta 33 grados y no se esperan lluvias hasta el jueves.
Pero más allá de los cambios en la superficie, ¿cómo sienten esta “ola de calor” los jugadores en su cuerpo? Para los españoles, es ideal jugar con altas temperaturas. “Es mejor, a mí me gusta mucho sentir que la temperatura es alta, que entras en calor y que cuando te sentás (en los cambios de lado) no hay frío”, opinó la española Garbiñe Muguruza, número 20 del mundo.
A juicio de un gran conocedor de la hierba del All England, como es el suizo Roger Federer, el calor no es tan extremo. “No está caluroso, son perfectas condiciones para jugar al tenis. Acá en Europa nunca es un problema (el calor); con cemento bajo tus pies y sol y calor, sí se pone duro”, comentó el número dos del mundo y siete veces campeón en Londres. Minutos más tarde, en la misma sala principal de conferencias del club, Nadal coincidió con su eterno rival del circuito: “Las condiciones fueron geniales, es difícil pensar un día mejor que hoy para jugar al tenis”.
A los jugadores parece agradarles de forma unánime el buen clima y prefieren evitar la lluvia, pero el césped se desgasta más rápidamente bajo estas condiciones. Hay una persona en particular que lo sufre: es Neil Stubley, jefe de las canchas del All England Club desde 2012. “No queremos siempre días secos porque perdemos humedad, y cuanta menos humedad, más seco y duro el césped”, dijo Stubley a dpa. “Para los jugadores y el público es bueno, pero nos viene bien un poco de lluvia también.”
Para estos días de altas temperaturas, en Wimbledon existe una “política de calor”. Cuando la temperatura excede los 30,1 grados, se permite un descanso de 10 minutos entre el segundo y tercer set. Pero sólo se aplica para las mujeres.
Maria Sharapova, campeona en Wimbledon en 2004, desconocía la regla y se molestó cuando le consultaron si creía que la medida era “sexista”. Dijo la rusa con ironía: “Qué palabra más apropiada para usar... Pero si se vuelve muy caluroso el día y podemos usar los 10 minutos, ¿por qué no?”.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux