El fuego olímpico se encenderá en Río de Janeiro exactamente en un año: los organizadores de los primeros Juegos en Sudamérica se felicitaron ayer por las obras al día, aunque admitieron que la limpieza de la contaminada bahía de Guanabara es una causa perdida. Los Juegos arrancarán oficialmente el 5 de agosto de 2016, después de que la antorcha olímpica haya recorrido 300 ciudades en 100 días esparciendo el espíritu deportivo por todo Brasil. Río se prepara para recibir a más de 10.500 atletas de 206 países –tras la reciente adhesión de Sudán del Sur al Comité Olímpico Internacional (COI)– que competirán en 42 disciplinas por 306 medallas de oro. “Continuamos trabajando porque aún hay mucho por hacer”, afirmó la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en una ceremonia oficial en Río para marcar el inicio de la cuenta regresiva de un año. “Con la experiencia del gran éxito de la Copa del Mundo de 2014, una vez más vamos a encantar al mundo”, prometió la mandataria, quien opinó que “Río de Janeiro es el escenario más lindo donde se realizan unos Juegos desde la Grecia antigua”. El presidente del COI, el alemán Thomas Bach, sostuvo por su lado que “el éxito de los Juegos serán determinados también por los beneficios que traerán para Brasil”.