El bonaerense Braian Toledo marcó ayer un nuevo record argentino con un envío de 83,32 metros y accedió a la final de lanzamiento de jabalina en su primer Mundial de Atletismo de mayores, que se disputa en la ciudad de Beijing, China. El atleta, de 21 años, consiguió la mejor marca de su carrera en el primer y único intento en el estadio Nido de Pájaro y así se clasificó entre los ocho mejores de la especialidad, que pelearán por una medalla en la última ronda, mañana desde las 8.05.

El inédito lanzamiento, además, le permitió conseguir la marca de acceso a los Juegos de Río de Janeiro 2016, que serán su segunda experiencia olímpica tras Londres 2012, y cobrarse revancha después de una performance que no lo conformó en los recientes Panamericanos Toronto, donde terminó cuarto (77,68), fuera del podio, sin repetir la medalla de bronce lograda en los anteriores de Guadalajara 2011 (79,53).

El deportista de Marcos Paz se transformó en el tercer argentino finalista en la capital china después de Germán Chiaraviglio, que lo consiguió en salto con garrocha, y Germán Lauro, que el domingo terminó noveno en lanzamiento de bala.

Toledo saltó a la fama en el atletismo nacional a los 16 años tras su participación en los Juegos Evita y en 2012 fue subcampeón mundial juvenil con una marca de 77,09 en la reunión de Barcelona, España. Becado por la Secretaría de Deportes de la Nación y el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard), el joven atleta hizo historia ayer al acceder a la final de su especialidad como segundo de su grupo clasificatorio, detrás del japonés Ryohei Aroei, que clavó su mejor marca en la temporada con 84,66 metros.

Toledo logró el boleto a su primer Mundial de mayores el 29 de marzo pasado, cuando mejoró su propio record nacional con un envío de 82,90 metros en el Grand Prix Internacional Hugo La Nasa celebrado en el Cenard. Pese a la mejora de la plusmarca argentina en Beijing, Toledo permanece segundo en el ranking sudamericano histórico, detrás del paraguayo Edgard Baumann, que llevó la jabalina a 84,70 metros el 17 de octubre de 1999. Y también tercero en el escalafón panamericano, después del estadounidense Tim Glover (84,09) y el triniteño Keshorn Walcott (86,43), campeón olímpico 2012 y vencedor de la final del Mundial juvenil de Barcelona ese mismo año.

“Siempre lo dije, me hacía falta este roce con los grandes lanzadores a nivel mundial. Por eso, de ahora en más, seguramente mi camino (deportivo) vaya más por Europa. Estos ‘monstruos’ me ayudan a dar lo mejor de mí y superarme”, afirmó el bonaerense de 21 años. “Estoy muy contento, muy feliz. Me sentía muy bien para competir, lo dije cuando me fui de Toronto. Esa vez no se dio, pero hoy sí, y por suerte pudo ser en el primer lanzamiento para no sufrir tanto. Ahora queda la final y hay que seguir en foco”, comentó en diálogo con TyC Sports.

Por su parte, el santafesino Germán Chiaraviglio cerró de manera destacada su participación en el Mundial con en el noveno lugar de la especialidad salto con garrocha. “Estar entre los nueve mejores del mundo es más de lo que imaginaba. Es el mejor resultado de mi carrera en adultos”, dijo a Télam el atleta, de 28 años, quien venía de ganar una medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, donde saltó 5,75 metros. Ayer falló sus tres intentos para superar los 5,8 metros. En tanto que la lanzadora de disco Rocío Comba no logró ayer su clasificación a la final.