River llegó a Tokio el mismo día que se recuerda un partido memorable en esa ciudad. Un duelo que dejó al fútbol argentino en lo más alto del mundo, y sin un equipo grande como protagonista. Argentinos disputó la final de la Copa Intercontinental frente a la Juventus italiana, y luego de empatar en dos goles, los de La Paternal terminaron perdiendo en la definición por penales. Pero lo que quedó marcado a fuego fue el nivel que ofrecieron ambos equipos. La decepción fue muy grande por el resultado final, debido a que Argentinos había logrado algo inédito: todo el país deseaba que levantara esa copa.

El 8 de diciembre de 1985 fue un culto al juego agresivo y brillante por partes iguales, con líderes como Claudio Borghi de un lado y el francés Michel Platini del otro (la foto los muestra a ambos peleando la pelota en aquel partido). Precisamente, el ex técnico de Boca habló ayer por ESPN FC al respecto: “Nos llena de orgullo que la gente lo recuerde. Teníamos un rival muy importante, no había tantos videos como para estudiarlo. Fue una convivencia porque los dos estábamos en el mismo hotel y nos cruzábamos en todos lados”.

Argentinos, conducido por José Yudica, formó ese día con Vidallé; Villalba, Pavoni, Olguín, Domenech; Videla, Batista, Commisso; Castro, Borghi, Ereros. Luego ingresaron Renato Corsi y Juan José López. Juventus, dirigida por Gionanni Trapattoni, presentó a Tacconi; Favero, Cabrini, Brio, Scirea; Bonini, Mauro, Manfredonia; Platini; Laudrup, Serena. Después participaron también Pioli y Briaschi.

“Platini –recuerda Borghi– siempre fue muy gentil conmigo, tuvo la delicadeza de venir a saludarme al vestuario. Nosotros siempre tuvimos un respeto por él y especialmente en las pelotas paradas.” Y agregó: “Nos pusieron en una tapa de la revista oficial a él y a mí. Justo les salió bien porque hicimos un gran partido. A veces lo importante no es ganar, sino jugar bien y hacer un buen partido”.

Y en el momento de analizar a su equipo, Borghi remarcó: “Era un fútbol más lento, estábamos conformados de manera extraña para mí. El jugador fundamental era Batista, que estaba en todos lados sin ser rápido. Y jugábamos con punteros, era un equipo que cuando atacaba hacía daño, y teníamos jugadores veloces con posibilidad de tocar”.

Si River intenta quedar en los anales como este plantel de Argentinos deberá borrar sus últimas presentaciones y cambiar su imagen. Borghi mismo lo dejó en claro al decir que en muchas ocasiones lo importante no es salir vencedor, sino dejar una buena impresión. Frente a Barcelona o quien fuere, el conjunto de Marcelo Gallardo tiene su chance para que dentro de treinta años su fútbol también se homenajeado como el de Argentinos.