DEPORTES › LA HISTORIA DE CARLOS MAC ALLISTER
El ex futbolista que Mauricio Macri eligió para manejar el deporte argentino. De intermediario a diputado de la Nación.
› Por Gustavo Veiga
Carlos Javier Mac Allister devenido funcionario ahora es Carlos a secas. No hace falta diferenciarlo por el segundo nombre de su hermano Carlos Patricio, como cuando eran futbolistas. El presidente Mauricio Macri no fue original cuando le pidió que lo acompañara en la política. Antes, otros gobiernos habían sembrado el camino de deportistas hacia cargos electivos o ejecutivos. Su fama es un atajo que no se desdeña para instalar candidatos. Y el Colorado la tiene hace mucho. Pero asimismo, no puede afirmarse que sea un forastero en la actividad. Su padre, Carlos José, estuvo entre los fundadores del Movimiento Federalista Pampeano (Mofepa), que quedó en la historia de la provincia por haber apoyado a la última dictadura cívico-militar. El ex jugador de Argentinos Juniors y Boca –entre otros clubes– participó en internas, perdió una posible senaduría en las últimas PASO por paliza, lo eligieron diputado nacional por el Frente Propuesta Federal –aliado del PRO– en octubre de 2013 y ahora es el flamante secretario de Deporte de la Nación. Entrevistado hace un par de años, dijo: “No soy de izquierda ni de derecha”. En el juego pateaba con la zurda. En política se ubica a la diestra.
La vida política de Mac Allister, corta pero muy activa, tiene aquellos mojones. La deportiva es suficientemente conocida y ahora, desde su nuevo cargo, completará un ciclo de cuatro estaciones: futbolista, entrenador, dirigente de un club –su propio club, el Deportivo Mac Allister– y funcionario del área que más domina. En la actividad privada, el Colorado también fue intermediario, ocupación donde acumuló más problemas que satisfacciones.
En septiembre de 2011, Diego Maradona dijo que “Mac Allister vino a ofrecer cometas por futbolistas, porque él ya tenía arreglado con Batista y con Brown un número si se hacían cargo de la Selección”. Batista, su sucesor en el cargo después del Mundial 2010, le inició una demanda y lo obligó a retractarse y pedir disculpas públicas tres años después. El fallo del juez en lo Correccional Luis Alberto Schelgel absolvió a Maradona, pero el daño ya estaba hecho. El Colorado, en aquel momento, dio su posición en el programa Mañana Sylvestre: “Hace tiempo que dejaron de dolerme las cosas que dice Maradona. Estoy caliente y molesto sí, pero es un tema que van a manejar mis abogados”.
Dos años más tarde, en agosto de 2013, la AFIP le bloqueó el CUIT a Mac Allister junto a otros 145 intermediarios por presunta evasión de impuestos. El ahora funcionario eligió jugar de contraataque para responder a la acusación: “Soy un tipo que vive bien y no un empresario top. Además, yo conozco periodistas que están comprados por intermediarios que son representantes”. También señaló que no tenía “ningún jugador registrado en el exterior ni lo tuve nunca. El único con el que hice una transferencia en este mercado es Prósperi, que tiene el ciento por ciento del contrato en San Lorenzo. Yo siempre presenté todos los años la declaración jurada y la verdad que me molesta estar en esa lista”.
Los hermanos Mac Allister fundaron su club homónimo en 1998. Se hicieron de un predio de cuatro hectáreas en el kilómetro 602 de la Ruta 5, muy próximo a Santa Rosa, la capital provincial. De ahí salió su jugador más famoso, Franco Cángele, ex Boca y nuevo refuerzo del otro Boca (Unidos) de Corrientes. En su página oficial, definen así el objetivo de la institución: “El Deportivo Mac Allister es un club cuya actividad deportiva excluyente es la práctica de fútbol. Su objetivo fundamental es la formación y promoción de futbolistas para su posterior inserción en el fútbol profesional. Para ello, cuenta con una moderna construcción emplazada en un predio propio, en el que se dan cita a diario más de trescientos niños y jóvenes que conforman la Escuela de Fútbol del club, las divisiones inferiores y la Primera División”.
El Colorado, cuando era dirigente en aquella etapa, se reunía en La Pampa o Buenos Aires con las autoridades que conducían la Secretaría de Deporte para gestionar los subsidios que pagaba el Programa Nacional Nuestro Club, según le confió a Página/12 un ex funcionario del área. Más de una vez mantuvo discusiones con la gestión que encabezaba Claudio Morresi porque se le cuestionaba que no era legítimo pedir dinero del Estado para un emprendimiento privado que cobraba por sus servicios, aunque se trata de una asociación civil.
Sus jóvenes proyectos de futbolistas participan de jornadas de scouting y giras por el exterior. Si se les detectan buenas condiciones después pueden ser representados por una empresa: La Cumbre SRL, que está a nombre de los dos hermanos. “Representar a un futbolista no es una aventura, sino que debe ser una responsabilidad asumida con trabajo y dedicación, esfuerzo e inversión. La empresa tiene su sede en Buenos Aires y continuamente presencia en el exterior, ya que viajamos por el mundo buscando oportunidades para nuestros deportistas”, dice la página web del club.
El Deportivo Mac Allister ofrece además alojamiento completo, entrenamiento altamente profesional a nivel técnico, táctico y físico, viajes periódicos a Buenos Aires para ver partidos de la Primera División, posibilidad concreta de una salida profesional al ser observados por los reclutadores y entrenadores de los principales clubes de la Argentina, turismo a la Patagonia (uno de los destinos turísticos más preciados del mundo), servicio médico, traductores, posibilidad de continuar sus estudios, servicio de lavandería e Internet. Los hermanos también cuentan con su propia agencia de turismo, Mac Allister Travel.
Ahora el ex futbolista quedó al frente de una estructura que contempla la nueva ley del Deporte –hasta su aprobación estaba vigente otra de la época de José López Rega–, pero que no tiene rango de secretaría. Se llama Instituto Nacional del Deporte y la Actividad Física y es autárquico.
En estos días en que va acomodándose el nuevo gobierno, se quejó de la movida que terminó con la vida de la secretaría. Creyó que lo dejaban sin estructura a cargo. “Yo no sabía lo que era la política hasta que empecé hace 32 meses”, dijo en una reciente entrevista al diario La Nación. Como fuere, deberá arremangarse con un presupuesto más bajo y en una función ejecutiva. Y como en su etapa de futbolista en Boca cuando discutía los premios del plantel con Macri, tendrá que defender los intereses del deporte argentino. Ya no será la voz de un grupo de jugadores que tenían ingresos muy altos. Cuando se reúna con el presidente de la Nación lo hará en nombre de deportistas que se mantienen con una beca o cobran sumas alejadísimas del ambiente del fútbol profesional en donde él se formó.
Junto a otro diputado del PRO con pasado futbolero, el ex árbitro Héctor Baldassi, Carlos Mac Allister llegó al Congreso de la Nación en octubre de 2013. Integró la Comisión de Deportes de la Cámara baja. También estuvo en Turismo y Agricultura y Ganadería. El Colorado se mostró preocupado por la infraestructura vial de su provincia. Firmó varios pedidos de declaración para que fuera mejorada y uno en soledad para que se construyera una rotonda en la Ruta Nacional 35. Su tarea legislativa se extendió a varias declaraciones de interés, como una de la Fiesta del Chivito, en Santa Isabel, La Pampa. También pidió la cesión de un predio para ayudar a un club de fútbol: el Social y Cultural Deportivo Penales, vinculado con el Servicio Penitenciario.
La participación en política no es extraña en su familia. Su padre, un ingeniero agrónomo platense que eligió radicarse en Santa Rosa, fue uno de los fundadores del Mofepa, una fuerza emergente durante la dictadura del 76 y que la acompañó con varios funcionarios en la provincia, Carlos José falleció muy joven, a los 41 años. Sus hijos Carlos Patricio y Carlos Javier tenían 9 y 7 años respectivamente.
A ese partido pertenece Alberto Pedro Heguy, figura consular del polo –17 veces ganador del Abierto Argentino– que en la política ocupó cargos públicos durante el régimen militar y ya en democracia volvió a la palestra cuando reivindicó en 1999 a Jorge Rafael Videla en una entrevista que le hizo la revista El Gráfico y luego ratificó en La Nación: “Dije que consideraba que Videla está injustamente detenido porque, para mí, es como un Cristo pagano. Cualquiera que da la vida por los demás es un Cristo. Y, como él, Videla fue traicionado por algún discípulo y negado por la mayoría. Yo fui salvado por Videla. No podía mandar a los chicos al colegio porque la subversión amenazaba con poner una bomba por el solo hecho de ser una escuela católica”.
En una visita proselitista de Macri a La Pampa para apoyar a Mac Allister en agosto del 2014, Heguy acompañó la reinauguración de un local de la agrupación Propuesta Federal. Entre varios políticos que asistieron al acto también estaba el policía Julián Giménez, uno de los líderes del acuartelamiento pampeano ocurrido en diciembre de 2013 y que se extendió a la mayoría de las provincias.
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