Por Daniel Guiñazú

Será una reunión histórica la de hoy en el Luna Park. Por primera vez en sus 71 años de relación con el boxeo, dos mujeres subirán a pelear a su glorioso ring. Y por primera vez, también, habrá en disputa un título femenino. La formoseña Marcela Eliana Acuña, la popular “Tigresa”, hará su cuarto intento en cinco años para consagrarse campeona del mundo enfrentando a 10 rounds a la panameña Damaris Pinnock Ortega por la corona vacante de los supergallos de la Asociación Internacional de Boxeo Femenino. Pero no será éste el único atractivo de la velada, la tercera y última del año en Corrientes y Bouchard. El mendocino Pablo Chacón tratará de hacer olvidar su reciente y polémica derrota en Hungría ante Janos Nagy combatiendo a 10 asaltos con el venezolano Santos Rebolledo. TyC Sports televisará los dos choques a partir de las 22.30. Y hay promesa de emociones en continuado.
En otros tiempos, cuando otra era la Argentina, otros eran los gustos de la gente y otros los valores, hubiera sido impensable que el Luna le abriera sus puertas al boxeo color de rosa. Pocas cosas ponían más nervioso a Juan Carlos Lectoure que imaginar a una dama sobre el cuadrilátero. Siempre fue reacio a que subieran modelos, vedettes o lo que fuera con el cartel que anunciaba el número de round. Y en su cabeza no tenía cabida la más remota posibilidad de que dos féminas se calzaran los guantes para cascarse con furia o conocimiento. Para Tito, el rol de la mujer en el Luna era embellecer el ring-side con su glamour. Allá arriba, donde zumban las piñas, no tenía nada que hacer.
Pero todo ha cambiado. Y Esteban Livera, el sobrino predilecto de Tito, parece haberse adaptado a las demandas del tercer milenio. Ha decidido hacerlo a lo grande y de la mano de la boxeadora más popular del momento. La “Tigresa” Acuña (que registró 55,338 kg en el pesaje de ayer) es una figura simpática, querida en el ambiente. Y tiene una buena chance de que su sueño de campeona del mundo esta noche se haga realidad. La panameña Damaris Pinnock Ortega no da la impresión de ser más que la formoseña. Su récord es de sólo 9 peleas con 6 victorias (5 por nocaut), una derrota y 2 empates. Pero ella misma se ha encargado de desmerecerlo, diciéndole a cualquiera que quisiera escucharla que todos sus combates anteriores fueron exhibiciones y que la de hoy será su primera salida profesional.
Acuña, que suma 16 combates con 12 triunfos (sólo 6 por la vía rápida) y 4 derrotas, es amplia favorita. Aunque la condición de local y el griterío de un Luna con mucha gente no garantizan nada: la “Tigresa” desperdició sus dos chances anteriores de ganar un título, peleando en Córdoba y en Bolívar ante la hábil jamaiquina Alicia Ashley. La primera vez le robaron mal la pelea. En la segunda, Ashley hizo lo que quiso con ella y retuvo su corona supergallo de la Federación Mundial, una de las tantas entidades que tratan de hacer su negocio en el mundo relativamente virgen del boxeo femenino.
Lo de Chacón vuelve a arrancar con dudas. Dio 60,600 kg. Y ya fue dicho hasta el hartazgo: el mendocino no tiene físico para pelear como liviano y si algo de futuro todavía le queda en el alto nivel mundial, deberá hacerlo como liviano juniors, una categoría abajo y 800 gramos menos de los que pesó en la víspera. En principio, su rival iba a ser el mexicano Ubaldo Hernández. Pero el azteca se bajó del compromiso y de apuro apareció el venezolano Rebolledo, un obrero del ring de 31 años, 20 victorias con 11 nocauts, 7 derrotas y 2 empates, cuyo mejor momento pertenece al pasado: perdió sus últimas tres peleas y esta noche hará su primer combate en lo que va del año. Debe ganar Chacón. La cuestión será ver cómo y en cuánto lo hace.