“Estoy muy triste por esta situación y por la polémica que se armó. Quiero aclarar que no fue de caprichoso lo que hice y lo único que quiero es estar bien y ponerme a punto para los partidos que vienen”. Con estas palabras Gustavo Bou trató de quitarle peso a la decisión de no sumarse junto al resto de sus compañeros a la pretemporada. Lo hizo desde Mar del Plata, a donde viajó por sus propios medios. Remarcó que quiere quedarse en el club, pero entiende que las chances frustradas de ser transferido, potenciadas por una cláusula de rescisión alta (ocho millones de dólares), ameritan un aumento en su contrato con Racing o en todo caso su salida.

“Me siento en la obligación de sentarme a hablar. Han llegado ofertas por mí, que no le cerraban al club. Yo no peleo por irme, me quiero quedar”, dijo el goleador de la última Libertadores con ocho festejos, además de remarcar su agradecimiento y la importancia del club en su carrera.

“Si no se puede mejorar el contrato quiero que me lo digan y no voy a estar enojado”, agregó, aunque luego volvió a poner un manto de dudas: “No sé si me entienden o no me quieren entender. Que se solucione por blanco o por negro, no hay gris acá. Si me voy también le va a servir al club”. Cabe recordar que el punta entrerriano, de 25 años, se entrenó el viernes con sus compañeros, pero al momento de viajar hacia la costa decidió quedarse para exigir una mejora económica en su contrato o una venta, después de haber prolongado hace cuatro meses su vínculo hasta 2019.

El plantel se entrenó ayer sin el delantero en el estadio de Kimberley. El jueves Racing jugará ante Estudiantes, en Mar del Plata.