El partido arrancó con todo. Estudiantes golpeó tan rápido que hizo que Racing se despertara de golpe, como quien recibe un baldazo de agua helada. Es que recién se jugaban los primeros dos minutos cuando, en una jugada de tiro de esquina, Damonte se elevó entre los centrales de la Academia para conectar de cabeza un centro llovido y ponerla contra el palo derecho del arquero Ibáñez.

Lo increíble fue la reacción del equipo de Facundo Sava –debutante anoche como el entrenador de Estudiantes, Nelson Vivas–, que en la réplica estuvo cerca del empate con un zurdazo cruzado de Camacho que Andújar terminó sacando al corner. Pero Racing siguió buscando, aprovechando los espacios que se generaban en el ida y vuelta y, a los 25, en otra jugada iniciada por Camacho, encontró finalmente la igualdad.

El volante desbordó y sacó un centro para que Cerro, de volea, sacudiera las manos de Andújar, que dio el rebote que tomó Martínez para luego cederse la pelota a Pereyra, que no tuvo que hacer más que empujarla hacia la red. Entonces fueron los platenses los que mostraron reacción y llegadas más clara. Sánchez, en otro tiro de esquina, recibió sólo y sacó un remate que se estrelló contra un palo. Después, Ibáñez le ahogó el grito a Viatri y también a la Gata Fernández, que probó suerte con un buen disparo desde afuera del área.

Estudiantes atacaba mejor, aprovechando el sector derecho de su ataque, con buenas sociedades entre Fernández y Viatri, que ponían en apuros a Bareiro. Sin embargo, en último minuto de la primera parte, la fortuna le sonrió a Racing. Cerutti bajó a Romero dentro del área y el árbitro Darío Herrera sancionó un penal. El paraguayo lo ejecutó al medio, Andújar se tiró a la izquierda, y así el equipo de Avellaneda consiguió irse al descanso en ventaja.

El equipo de Sava salió a jugar la segunda parte con soltura y pudo ampliar su ventaja con un cabezazo de Martínez, apenas desviado. Parecía tener todo controlado cuando Herrera cobró una carga dentro del área sobre Auzqui y cobró un penal de esos que pocos se animan a cobrar. La Gata ejecutó picando la pelota sobre la izquierda de Ibáñez para el 2-2. Racing pasó del dominio a la pena, cuando a los 63, el ingresado Solari sacó un centro que Cabral quiso despejar –al intentar cortar la habilitación a Auzqui, que estaba adelantado– y terminó metiendo en su propio arco. Debió anularse, pero Herrera y su quinteto de ayudantes lo validaron. Nuevamente en ventaja, Estudiantes logró controlar el trámite y, aunque Roger Martínez tuvo una chance para empatarlo, sobre el final estiró la ventaja con un gol del ingresado Barbona.