El ex presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) José María Marín, bajo arresto domiciliario en Nueva York por el FIFAGate, pidió a la Justicia estadounidense que le permita salir a la calle un día por semana para tomar “aire fresco”, aunque horas después modificó su demanda retirando esa curiosa frase. Marín, de 83 años, fue detenido en mayo de 2015 en Zúrich (Suiza) cuando estalló el escándalo de corrupción en la FIFA, y extraditado en noviembre a Nueva York, donde se declaró inocente de los cargos en su contra.