El gol del peruano Raúl Ruidíaz ya se instaló en la galería de los tantos históricos que debieron ser anulados y quedaron en la memoria de los hinchas. Pero hubo otros.

Diego Maradona a Inglaterra. Se jugaban los cuartos de final del Mundial de México 1986, cuando Diego saltó junto al arquero inglés Peter Shilton e impulsó la pelota con el puño izquierdo, para colocar el 1-0 parcial. “Fue la mano de Dios”, dijo después e inmortalizó la frase. Argentina ganó 2-1 y avanzó a las semifinales.

Tulio a Argentina. En los cuartos de final de la Copa América de 1995, Argentina se imponía 2-1 hasta que el delantero brasileño bajó con su brazo izquierdo un centro desde la derecha y anotó el empate que mandó el partido a los penales. En la definición, Brasil se impuso 4-3 y avanzó a la semifinal.

Thierry Henry a Irlanda. En París, franceses e irlandeses se jugaban el pasaje para el Mundial de Sudáfrica. Los visitantes se habían recuperado de la derrota en la ida y habían forzado la prórroga. Al minuto 113, Henry acomodó la pelota con su mano izquierda y sirvió el centro para que Willie Gallas anotara el tanto de la clasificación francesa. Irlanda apeló, sin éxito, para que el partido se repitiera.

Raúl al Leeds. En la Liga de Campeones de 2007, el goleador del Real Madrid anotó el empate parcial 1-1 ante el equipo inglés con un remate digno de vóleibol con su mano izquierda que el árbitro del partido no vio. Con el triunfo final por 3-2, el equipo español ganó la segunda fase de grupos del torneo y avanzó a cuartos. El Comité de Disciplina de la UEFA sancionó a Raúl con un partido de suspensión.

Messi al Espanyol: En el clásico catalán de la penúltima fecha del torneo 2007, el crack rosarino anticipó al arquero Carlos Kameni y marcó el empate parcial de un manotazo de zurda, que recordó al que Maradona había hecho veintiún años antes. Unos meses antes, Messi había logrado un gol similar al segundo de Maradona ante los ingleses, cuando eludió a toda la defensa del Getafe.

Claudio García a Independiente. Los clásicos rivales de Avellaneda disputaban el pase a los cuartos de final de la Supercopa 1992. Bajo una intensa lluvia, el Turco anotó con un manotazo el primer gol de Racing, que se impuso 2-1 y logró la clasificación.

Adriano al Milan. En un clásico en Milán, en 2009, el brasileño abrió el marcador para el Inter con un manotazo de derecha, luego de fallar el cabezazo inicial. Su equipo se terminó imponiendo 2-1.