Fabricio Coloccini se convirtió ayer en nuevo refuerzo de San Lorenzo, tras acordar la incorporación al club de Boedo con el presidente de la entidad, Matías Lammens, por lo que volverá a vestir esa camiseta después de casi quince años, período en el que jugó en varios conjuntos de Europa. El jugador, de 34 años, proviene del Newcastle de Inglaterra, entidad a la que estaba ligado por una temporada más, pero pudo rescindir su contrato y, de esa manera, negociar directamente con San Lorenzo.

Coloccini jugó en el conjunto de Boedo en 2001, con 19 años, y obtuvo el torneo Clausura con el equipo que dirigía el chileno Manuel Pellegrini, tras lo cual, luego de estar seis meses, retornó a Milan de Italia.

El jugador se inició futbolísticamente en Boca, desde donde pasó a Milan, al tiempo que también jugó en Alavés, Atlético Madrid, Villarreal y Deportivo La Coruña, todos de España, y últimamente en Newcastle.

Entre sus logros más importantes como futbolista están el campeonato mundial Sub-20 de Argentina 2001 y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

El defensor, nacido en la ciudad de Córdoba el 22 de enero de 1982, integró además el plantel del seleccionado argentino que jugó el Mundial de Alemania 2006. Coloccini se sumará hoy a los entrenamientos y se pondrá rápidamente a las órdenes del flamante entrenador Diego Aguirre, quien se mostró conforme con la adquisición de Coloccini.

Por su parte, Pablo Guede, el ex entrenador del club, confirmó el miércoles por la noche que el motivo de su renuncia fue la renovación del contrato del mediocampista Juan Mercier, con quien tiene “diferencias de carácter personal y profesional”.

“Tomé una decisión distinta a la del club. Ellos le renovaron a un jugador que yo no quería. Mis diferencias con Mercier son de carácter personal y profesional. No le habían renovado, yo esperé y cuando decidieron renovarle el contrato, lo decidí”, expresó Guede a Radio La Red.

El director técnico, de 41 años, dirigió a San Lorenzo el último semestre, en el que registró 11 victorias, ocho empates y cinco derrotas, con la caída en la final del torneo 4-0 ante Lanús. “A (el presidente) Matías Lammens le tengo que agradecer toda la vida por haberme traído a San Lorenzo. Jamás me impusieron un jugador. Además lo entiendo. El club está por encima de las individualidades. Decidieron renovar a un ídolo del club, pero yo no lo compartí y decidí irme”, agregó Guede.

Y remarcó: “Se dijeron muchas mentiras y quizá fue por mi culpa, porque no quise hablar y aclarar lo que había pasado, porque estaba de vacaciones. Con Mercier tenía problemas futbolísticos y personales”.