DEPORTES
“Jugar tres mundiales y el 5-0 a la Argentina, mis mejores recuerdos”
Carlos Valderrama, el mejor futbolista de la historia de Colombia, se despide el domingo en una fiesta de la pelota, en Barranquilla, a la que asistirán Diego Armando Maradona y varias figuras mundiales.
Por César López
Desde Bogotá
Carlos “Pibe” Valderrama, el más grande futbolista colombiano de todos los tiempos, vive sus últimas horas como jugador activo, antes de su despedida oficial el domingo en la caribeña Barranquilla, en un partido de homenaje al que acudirá un ramillete de astros sudamericanos.
“Los colombianos pidieron el partido y gracias a Dios se puede hacer. La gente se va a divertir porque le gusta el buen fútbol, vienen jugadores de calidad, mundialmente reconocidos, y que han sido mis amigos en mis 22 años de carrera futbolística”, señaló el astro del fútbol de este país.
Diego Maradona, Alberto Acosta y Marcelo Delgado, más los uruguayos Enzo Francescoli y Pablo Bengoechea, los chilenos Iván Zamorano y Sebastián Rozenthal, los paraguayos José Luis Chilavert y José Saturnino Cardozo, los peruanos José y Jorge Soto, el mexicano Jorge Campos, el boliviano Marco Etcheverry y el ecuatoriano Alex Aguinaga son algunos de los invitados que comprometieron su presencia.
En la lista de figuras internacionales también se encuentran el francés Eric Cantona, los estadounidenses Landon Donovan y Steve Robston y Juan Román Riquelme, pero el argentino (uno de los pocos futbolistas cuyo autógrafo Valderrama posee) no confirmó su asistencia.
Ellos integrarán un equipo denominado “Amigos del Pibe del Mundo”. Valderrama pensó en César Menotti para dirigirlo. “El Pibe es un mago de la inteligencia que sabe la ubicación de sus compañeros casi sin mirarlos –lo había descripto alguna vez el entrenador– y que les entrega la pelota como con la mano.”
Junto a las estrellas del exterior estarán los colombianos René Higuita, Faustino Asprilla, Freddy Rincón, Iván Valenciano, Adolfo “El Tren” Valencia, Mauricio “Chicho” Serna, Arnoldo Iguarán, An-thony de Avila y Leonel Alvarez, entre otros, jugando para el equipo llamado “Amigos del Pibe de Colombia”, que dirigirán Francisco Maturana y Hernán “Bolillo” Gómez.
“Me imagino un gran partido, como uno de esos cuando estaba en la selección, cuando se llenaba el estadio y la gente salía de su casa con la bandera a animarnos desde que salíamos del hotel. Así me pinto el partido, pero lo importante es que voy a estar acompañado por gente que me admira”, comentó.
Valderrama, quien en septiembre cumplirá 43 años, fue un genial volante creativo, que el fútbol lo recordará como aquel 10 de cabello rubio frondoso y ensortijado, de piel blanca caribeña y de escasas palabras, que con un ritmo pausado y seguro fue capaz de burlar la táctica con la precisión de la magia.
El Pibe fue considerado como el mejor futbolista de América en 1987 y 1993, y en sus actuaciones en los mundiales de Italia 1990, Estados Unidos 1994 y Francia 1998, su última Copa del Mundo y bajo la tutela de Hernán Darío “Bolillo” Gómez, siempre apareció en la galería de las estrellas. Con la selección logró aquella famosa victoria 5-0 sobre Argentina, el 5 de septiembre de 1993, en el Monumental de Núñez. “Ese triunfo e ir a los tres mundiales fue lo mejor que me pasó en el fútbol –dijo esta semana–. Lo de los mundiales no fue fácil, y el 5-0 es historia para el pueblo colombiano.”
Pero la historia del Pibe, esa que comenzó escribiendo en las ardientes canchas polvorientas de Pescaíto, su barrio natal en Santa Marta, también tiene interesantes capítulos exitosos y otros muy discretos en los diez clubes para los que ha jugado: cinco de Colombia, uno de Francia, uno de España y tres de Estados Unidos.
Los locales Unión Magdalena, en el que se hizo profesional en 1981, Millonarios, Deportivo Cali, donde alcanzó el estrellato en los ‘80, Independiente Medellín y Junior de Barranquilla, con el que consiguió los títulos de 1993 y 1995, disfrutaron de su clase. También jugó en elMontpellier de Francia, entre 1988 y 1991, donde alineó, entre otros, junto a Laurent Blanc y al legendario Roger Milla.
Sin embargo, la piedra en el zapato fue el Real Valladolid (1991), donde al lado de sus compatriotas René Higuita y Leonel Alvarez, con Maturana como técnico, sufrió la amargura del rechazo y de un fútbol que no le abrió las puertas.
Estados Unidos también lo recibió como un grande. El Tampa Bay Mutiny, el Miami Fusion y el Colorado Rapids, su último club como jugador, vibraron con su toque fino de pelota, al punto que la Major League Soccer (MLS) lo declaró como su máxima figura en 1996.