En un partido poco vistoso, pero con la garra y el oficio que lo caracterizan, el equipo de Oscar Washington Tabárez se impuso en el mítico Centenario 2-1 al conjunto de Ecuador, que arribó a Montevideo con un plantel casi diezmado y con al menos nueve bajas. Coates había abierto la cuenta, igualó Felipe Caicedo y de inmediato volvió a desnivelar Rolán para los locales, todos en la primera etapa. La Celeste sigue mordiéndole los talones al Scracht, que sigue puntero y ayer dio cuenta de un flojísimo seleccionado argentino.
Con el empuje de su gente, la selección uruguaya superpobló el mediocampo y desde ahí intentaba hacer su juego, un poco más embarullado que de costumbre. El equipo del argentino Gustavo Quinteros intentaba la pausa y elaborar juego con buenos toques, pero con poca llegada al área defendida por Muslera. A los 12, una arremetida de Sebastián Coates puso en ventaja a Uruguay. A partir de ahí el encuentro se planchó y el juego se tornó ordinario.
Pero en una contra letal comandada por Alex Ibarra, éste metió un brillante pase en cortada para que Felipe Caicedo sentenciera el 1-1, que sería efímero porque el local se fue al humo. Con absoluta libertad, Silva probó de afuera del área, Dreer dio rebote, la tomó Sánchez y su centro bajo y envenenado fue tomado por Rolán, que definió a lo Benedetto con un brillante tacazo: 2-1 y aquí no ha pasado nada.
De hecho, nada ocurrió en el complemento, a excepción de que Suárez tuvo una más y los ecuatorianos pusieron en aprietos a la defensa uruguaya, pero no fue más que un sofocón. Uruguay sigue de racha y el martes espera Chile.