Diego Milito vivió ayer su merecida despedida del fútbol en su casa, el Cilindro de Avellaneda, ante decenas de miles de hinchas de Racing y acompañado de amigos y ex compañeros. El único futbolista presente en los dos últimos títulos de La Academia compartió el campo de juego con quienes se coronó en 2001 y 2014, y con otros amigos que el fútbol le dio a lo largo de su exitosa trayectoria, en la Argentina y el exterior. A pesar del grito de guerra de la hinchada que asegura que “Milito hay uno solo” también estuvo Gabriel, su hermano, ídolo y actual entrenador de Independiente, quien soportó estoico el abucheo del público.
La jornada, teñida de celeste y blanco, comenzó con la presentación de los participantes, en la que hombres como Maximiliano Estévez, Adrián Bastía, Reinaldo Merlo, Lisandro López, Ezequiel Videla, Gustavo Bou y Diego Cocca se llevaron las más grandes ovaciones. Luego saltó a la cancha el hombre que en su momento se fue del club muy querido, volvió ídolo y se retiró convertido “en leyenda” tal como dice el diploma de honor que le entregó el presidente del club, Víctor Blanco.
En el primer tiempo, los campeones de 2001 vencieron 1-0 a los amigos del homenajeado con gol del mismo Milito de penal. Después, en el entretiempo, El Príncipe les entregó plaquetas a los campeones del mundo de 1967, a los de la Supercopa de 1988, a los de 2001 y 2014, a la familia de Roberto Perfumo y a su descubridor, Miguel Gomiz. El segundo tiempo entre los campeones de 2014 y los amigos de Milito iba 1-1 con goles del Príncipe para Racing y Maximiliano Rodríguez para los invitados, pero faltaba una sorpresa. Sobre el final del juego, hizo su debut Leandro Milito, jugador de las infantiles de Racing e hijo de Diego, quien compartió delantera con su padre en los últimos minutos.
Tras una presentación de estrella y un polémico penal sancionado por Héctor Baldassi, el mismo Leandro se hizo cargo de la ejecución y con un preciso remate a la izquierda de Francesco Toldo le dio el triunfo a su equipo. Los hinchas pudieron disfrutar de ver nuevamente en su cancha a ídolos como Fernando Quiroz, el más veterano de los que jugaron, y estrellas como el italiano Toldo, Javier Zanetti, Roberto Ayala, Walter Samuel, el colombiano Iván Córdoba y Maxi Rodríguez. “Créanme que cuando empecé a jugar jamás imaginé vivir un día como este. La primera palabra que se me viene a la cabeza es gracias. Gracias por llenar este estadio nuevamente. Como dice la canción, lo mejor que tiene Racing es su gente. Me voy del Cilindro con esta camiseta y un sueño realizado. Estaré siempre en deuda”, cerró el ídolo su fiesta.
FUTBOL Diego Milito tuvo su encuentro despedida en un estadio de Racing colmado
El Príncipe se fue con honores
El delantero jugó con los amigos que le dio el fútbol, y también se dio el lujo de compartir la delantera con su hijo Leandro. “Cuando empecé a jugar jamás imaginé vivir un día como este. Me voy con un sueño realizado”, dijo.
Este artículo fue publicado originalmente el día 13 de noviembre de 2016